Itongadol.- AJN: Cómo están las cosas a estas horas en Miami?
MR: La tarde del domingo fue el peor momento desde el día que se derrumbó el edificio, porque los familiares y algunos rabinos tuvimos la posibilidad de acercarnos al lugar y todo lo que podés ver en televisión y en fotos, si bien es muy valioso, fuerte y muy real. Pero si vos te parás ahí, junto a los familiares, a sólo un metro del lugar, y ves a la gente trabajando de una forma suave, son palazos tras palazos para que con los movimientos no lastimen si es que hay algún cuerpo para no lastimarlo, o si hay aún alguien con vida para poder sacarlo, pero lo que tenemos en la retina, en la memoria las escenas de la Embajada de Israel y la AMIA sabemos que este es el momento en que todavía son palazos tras palazos, pero hay un momento en que empiezan a aparecer las topadoras.
Y a mi me parece que estamos ya en un momento en que la búsqueda va a empezar a ser mucho más violenta, porque a medida que pasan las horas y los días, la esperanza de vida – como judío de fe no puedo decir que están perdidas pero son menores, y nos esperan días muy muy difíciles a los que vivimos en miami y acompañamos a las familias.
AJN.- Llevaron a los familiares en buses a la zona del derrumbe, te referís al momento en que se acercaron en dos micros con los familiares que tienen a los suyos ahí atrapados?
MR: Sí, yo estuve en ese primer micro porque dos de las familias más cercanas estaban yendo ahpi, les pusieron un micro privado – un tecnotécnico- y trataron de ir por transversales para evitar el periodismo, y fue un momento terriblemente privado de mucha santidad y cada uno reaccionó ahí como es o como podía. Entonces había gente que gritaba el nombre del familiar diciéndole que lo estaban buscando y gente que se abrazó con sus familias en un llanto profundo.
AJN.- El nombrar a los familiares en ese momento se transformó en un hecho religioso prácticamente, no?
MR: Es tan bueno cómo lo decís. Porque te imaginarás que en ese momento es como Dios que le hace la pregunta al ser humano “IEKA dónde estás?”, yo creía que ese muchacho que gritaba el nombre de su hermano le decía “Dónde estás? Así puedo indicarle a las máquinas, dónde estás?!” Ese grito de “dónde estás”, es porque donde tenés que estar es acá conmigo, no allá. Entonces es un acto religioso, es un acto de impotencia, es un acto de protesta, es todo eso junto.
AJN- Siempre hacés la analogía con la AMIA, Pero después de estas horas para los que estuvimos en Argentina en ese momento, esto que sucede en Miami es algo muy terrible.
MR: Sí, es muy terrible y la AMIA fue terrible, es terrible y será terrible. Bueno a eso, multiplicalo por dos en número de la cantidad de personas que están encerradas. Es decir, cada vida es sagrada, yo lo aprendimos, lo dice el Talmud, lo dicen las religiones monoteístas, cada vida es sagrada. Pero si querés tener una dimensión, estamos hablando acá son 13 pisos colapsados, con gente atrapada. Si la Embajada de Israel fue terrible, la AMIA la triplicó en número. Si la AMIA fue terrible, esto es en núnmero y en edades es una tragedia.
AJN: Por qué no se ve la cadena humana de gente y de la sociedad que ayuda como sucedió acá en la AMIA
MR: Es una buena pregunta y es porque aprendimos mucho más en estos más de veinte años. Lo que tenia que hacer una cadena humana, hoy lo hace un aparato. Tienen computadoras para detectar de dónde vienen los sonidos. Tienen perros adiestrados. Nosotros en la AMIA eramos bebes aprendiendo a gatear en situaciones de horaror. Aca se aprendió después de septiembre, amia y embajada, haiti, terremotos, hay mñas sofisticación. Entonces no se ve la cadena humana no porque no quiera estar, sino porque no debe estar para no perturbar a los profesionales que saben lo que están haciendo.
AJN: Podrás expresar cómo es tu labor natural como rabino durante estas horas con los miembos de la comunidad judía que están pasando este mal momento.
MR: Sin violar la identidad de la persona y con la que me senté, es alguien que tiene a un familiar aún atrapado sospecha que no lo va a poder volver a abrazar. Por lo que le dije que le podía garantizar dos cosas. Una, que nunca iba a estar solo, y dos que vas a amar a tu hijo durante toda tu vida.
AJN: Cómo están viviendo los miembros de la comunidad?
MR: en mi espacio religioso está pensando en todas aquellas personas que se quedaron sin nada. Porque hay 150 y otras familias que si bien salieron vivos, se quedaron sin nada. Hay que amoblarle la habitación a la nena, hay que tener un nuevo lugar, es una vida nueva.
Tenemos dos grupos, uno que están para apoyar a aquellos que están con el sufrimiento incomparable de perder un cercano y de esta forma. Y el otro grupo que ayuda al que fue privilegiado y perdió cosas materiales y ayudarlo a ponerse de pie y avanzar.
AJN: Cómo ven la ayuda israelí que llegó el domingo
MR: Somos fanáticos del sionismo, amamos al Estado de Israel, y no cabe duda que muchas de las cosas que Israel hace lo hace en un nivel superior a otros países en muchos temas. Dejame decir que sin duda la Florida tiene mucha gente preparada para esto. Yo creo que la presencia israelí es un acto simbólico, es un acto de dos países aliados. Un 70 por ciento de ese edificio son judíos, así que Israel se hizo presente a travpes del pedido de familiares y luego del Gobernador. Pero cuando llegó Israel lo primero que dijeron en una confenrencia que quiero que sepan que todo lo que estaban haciendo los americanos, es lo mismo que hubiéramos hecho nosotros. Es decir, no se presentaron diciendo: “Acá venimos nosotros, quédense tranquilos, la cosa recién comienza”. Acá no se perdió tiempo, acá hubo que apagar incendios, literalmente incendios porque había gas, debajo del edificio había coches con combustible, no era sólamente gente. Hay que pasar por todo eso para llegar a la gente. Entonces fueron muy respetuosos.