Itongadol.- Israel sabía de la existencia de envíos de armas iraníes a Siria y Líbano tras el mortífero sismo de febrero, pero decidió no atacar los convoyes por temor a poner en peligro las labores de ayuda humanitaria, según un documento filtrado de los servicios de inteligencia estadounidenses del que no se había informado anteriormente según informaron las fuentes de Ynet.
Según el documento, los iraníes pasaron de contrabando armas, municiones y aviones no tripulados a Siria y Líbano en convoyes de ayuda humanitaria tras el devastador temblor que asoló la región en febrero, cobrándose la vida de más de 6.000 personas y afectando a casi nueve millones.
La filtración, de la que informó Ynet el mes pasado, revela los largos tentáculos de Irán y la limitada capacidad de respuesta de Jerusalem y Washington.
«Es muy probable que Israel continúe interceptando armas iraníes, pero exigirá una confirmación de inteligencia más estricta antes de atacar supuestos envíos de ayuda en medio de la atención mundial sobre los esfuerzos de recuperación», decía el documento. Un alto cargo militar israelí confirmó los detalles al Washington Post.
Según el documento filtrado, los envíos de armas fueron realizados por convoyes procedentes de Irak, coordinados por grupos militares locales y la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución (IRGC-QF), la unidad militar de élite del ejército iraní.
El documento alega que Irán se aprovechó del caos del sismo casi de inmediato: el 7 de febrero, mientras en la zona se realizaban desesperados esfuerzos de rescate y evacuación de decenas de hogares, un grupo de milicianos con base en Irak «orquestó la transferencia de rifles, municiones y 30 vehículos aéreos no tripulados ocultos en convoyes de ayuda para apoyar futuros ataques contra las fuerzas estadounidenses en Siria.»
El 13 de febrero, un oficial del IRGC-QF probablemente dirigió a la milicia para «incrustar armas dentro de la ayuda legítima para el sismo» mientras que otro oficial «mantenía una lista de cientos de vehículos y bienes [de la milicia iraquí] que habían entrado en Siria desde Irak desde el sismo del 6 de febrero» para dirigirlos a sus destinos.
Los iraníes no respondieron al nuevo documento, pero desmintieron un informe similar de Reuters de principios de abril.
El grupo de milicianos iraquíes negó las acusaciones de que su gente utilizara los envíos de ayuda humanitaria como conducto para el contrabando de armas. Un portavoz del grupo afirmó que los paquetes de ayuda fueron aprobados por el gobierno iraquí y que estas acusaciones «no disuadirán al pueblo iraquí de ayudar a sus hermanos sirios y permanecer a su lado en este desastre humanitario, lejos de cualquier consideración política.»