Itongadol.- Irán parece querer normalizar sus lazos con Bahréin tras la reconciliación con Arabia Saudí en un acuerdo auspiciado por China.
Es la continuación de un intento más amplio por parte de Irán de renovar las relaciones y mejorar los lazos en todo el Golfo.
Bahréin sería la siguiente opción lógica por su proximidad a Arabia Saudí en materia de política exterior. Cuando se firmaron los Acuerdos de Abraham, Riad respaldó tanto a Bahréin como a los EAU en su normalización con Israel. Además, durante la Primavera Árabe, cuando hubo amenazas contra Bahréin, Riad respaldó la intervención para apoyar a la monarquía.
Según varios informes, incluidos los de IRNA y Radio Farda, así como los de Sputnik y Middle East Monitor, respaldados por Rusia, las conversaciones están en marcha. Un informe señalaba que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán habló de un intento de buscar «conexión también con otros países de la región, incluido Bahréin», y añadía que «la reanudación de las relaciones políticas entre Irán y Arabia Saudí demuestra la eficacia y el éxito de la diplomacia como solución para resolver las diferencias».
Lo importante aquí es el contexto. El Golfo es una región importante y cada uno de sus países tiene una historia de política exterior ligeramente diferente. Qatar ha estado más cerca de Irán y nunca se unió a Arabia Saudí ni a los EAU y Bahréin durante los años de tensiones con Irán. Tampoco normalizó nunca los lazos con Israel.
Kuwait también es reacio a enemistarse con Irán, ya que quedó traumatizado por la invasión y breve ocupación iraquí en 1990. También recuerda la guerra de los petroleros de la década de 1980, lo que hace que prefiera ser menos protagonista en las disputas. La aparente neutralidad de Kuwait en los asuntos del Golfo le permite servir también de punto de conversación y diálogo. Aunque históricamente ha sido hostil a Israel.
Omán, por el contrario, ha tratado activamente de desempeñar un papel neutral y mantuvo contactos con Israel antes de los Acuerdos de Abraham. También recibió con frecuencia a delegaciones iraníes y colaboró con Estados Unidos, India y otros Estados del Golfo. También acogió al presidente sirio Bashar Assad en el marco de una reconciliación más amplia del Golfo con el régimen sirio.
Los EAU y Arabia Saudí han sido las potencias en política exterior del Golfo en los últimos años. Ambos países rompieron lazos con Qatar en 2017. La reconciliación tuvo lugar en 2021. EAU y Arabia Saudí también intervinieron en Yemen en 2015. Ambos países fueron blanco de los Houthis, apoyados por Irán, e Irán atacó Abqaiq, en Arabia Saudí, en 2019.
Baréin tiene poca población, está cerca de EAU y Arabia Saudí y depende de Riad y Abu Dabi para su apoyo. También alberga una importante base naval estadounidense, al igual que Qatar y los EAU.
Por ello, Bahréin es prudente en sus relaciones. Ha apoyado el acercamiento a Israel y la coexistencia, pero sabe que históricamente Irán ha tratado de socavar su monarquía y de poner de relieve los derechos humanos y las cuestiones sectarias en Bahréin debido a la población chií que allí habita.
También es un tema delicado en la zona saudí de Qatif y en la Provincia Oriental. Así pues, la reconciliación con Irán debería ir acompañada de garantías de que dejará de crear tensiones entre las minorías chiíes del Golfo.
A lo largo de los años, Irán ha utilizado sus medios de comunicación para tratar de socavar el apoyo a cualquier Estado del Golfo vinculado a Israel, una cuestión también muy delicada. Así que, tras la reconciliación entre EAU y Arabia Saudí, tendría sentido que Irán tendiera la mano a Bahréin.
Los informes de que Bahréin está abierto a la normalización iraní complacerían a Irán, exhibiéndose como un ejemplo más de éxito diplomático. Irán ha descrito en sus medios de comunicación el acercamiento a Riad como una pérdida para Estados Unidos e Israel.
Puede que esto no sea exacto, pero es como Irán percibe estas conversaciones. Por eso los medios de comunicación iraníes insisten en las conversaciones con Bahréin.
Queda por ver si las conversaciones dan fruto. Sin embargo, no sería sorprendente, tras el acuerdo con Arabia Saudí, que Irán y Bahréin pudieran reavivar sus lazos.