AJN/Itongadol.- El 80% de los sitios arqueológicos en la Margen Occidental ha sido dañado, según un nuevo informe inédito del grupo arqueológico Centro de Preservación del Patrimonio de Israel (IHPC), que ha estudiado el estado de 365 lugares antiguos.
El vandalismo, el robo, la construcción sin supervisión y la agricultura han contribuido a dañar los sitios, dijo arqueólogo Shay Bar de la Universidad de Haifa, y agregó que el informe se había presentado al gobierno y se publicaría pronto.
Los hallazgos advirtieron que el 38% de los sitios antiguos había sufrido daños graves o está amenazado de demolición, dijo Bar.
El informe fue parte de un esfuerzo por «levantar una bandera roja» sobre el abandono de esos sitios arqueológicos.
El problema, dijo, existe tanto en el Área C, que está bajo el control civil y militar de las FDI, como en las Áreas A y B, que están bajo la Autoridad Palestina.
Entre los ejemplos que enumeró se encontraba la antigua ciudad de agricultores de dátiles nombrada en honor al hijo del rey Herodes, Archelais, quien la fundó en lo que ahora se conoce como el Valle del Jordán. Los restos de una iglesia de la época bizantina también se pueden ver en el sitio.
Parte del sitio, incluida la iglesia, está en el Área C, no lejos de la Ruta 90 y el resto está en el Área A.
Bar mostró ejemplos de lo que parecían ser cráteres en el sitio junto a las ruinas de la iglesia que se extienden hasta el Área A. Dijo que eran agujeros cavados por ladrones para saquear artefactos antiguos.
“Peor aún”, dijo, fue la destrucción de los restos de las ciudades de la época romana para dar paso a la construcción de un nuevo barrio en la aldea palestina de al-Auja al norte de Jericó.
“Cuando el desarrollo no está supervisado, el resultado es una destrucción [arqueológica] total”, dijo Bar.
Pasando a un período mucho más reciente, mencionó los restos de un campamento del ejército de Nueva Zelanda de la Primera Guerra Mundial donde los contornos del campamento aún se pueden ver en la arena.
En Estados Unidos y Europa, los sitios de batalla se transfieren a museos, pero aquí, dijo, el mes pasado, un agricultor palestino lo derribó.
“Mañana por la mañana, o incluso ahora, mientras hablamos, el agricultor puede continuar”, dijo.
El desprecio por los sitios históricos, dijo Bar, continuará hasta que las autoridades israelíes se hagan cargo de la situación.
En febrero, obras viales de la Autoridad Palestina destruyeron porciones de un muro de 3.200 años de antigüedad que pertenece al sitio bíblico del altar de Josué en el monte Ebal, según la ONG de derecha Shomrim al Hanetzach.
El área cercana a la ciudad palestina de Nablus, también conocida con el nombre bíblico de Siquem, está ubicada en el Área B de la Margen Occidental y, por lo tanto, el sitio está bajo los auspicios de la Autoridad Palestina y, como tal, la Administración Civil no tiene supervisión, explicó su representante.
Shomrim al Hanetzach informó que trabajadores palestinos habían molido piedra antigua de la pared exterior del sitio en grava para pavimentar la carretera y habían utilizado piedras del propio sitio.
El altar permanece intacto, pero Shomrim al Hanetzach, que se centra en la preservación de la arqueología judía, dijo que teme que aún puedan ocurrir daños adicionales en el sitio.
Señaló un compromiso del ministro de Asuntos Estratégicos, Michael Biton (Azul y Blanco), quien también es ministro en el Ministerio de Defensa, de que no se producirían daños en el sitio como resultado de las obras viales.
La noticia de la destrucción provocó una protesta inmediata de políticos de derecha.
El líder del Partido Sionista Religioso Bezalel Smotrich calificó la destrucción como una «falla insana» cuyos «resultados son irreversibles».
Una vez en el gobierno, su partido exigirá el cierre de la Administración Civil, que gobierna la vida civil en el Área C de la Margen Occidental. Los asuntos civiles en Judea y Samaria deben ser tratados directamente por varios ministerios, dijo, y agregó que tal medida sería una forma de soberanía de facto.
La ex ministra de Justicia, Ayelet Shaked (Yamina), dijo: “Hay intentos implacables de debilitar nuestro control sobre nuestra patria y de ocultar el glorioso pasado del pueblo judío en la Tierra de Israel, tanto a través de actos terroristas como de la destrucción de la arqueología».
Guy Derech de Shomrim al Hanetzach dijo que el altar era uno de los sitios arqueológicos más importantes y que dañarlo era una violación de los Acuerdos de Oslo.