A pocos días de su esperada presentación en la calle Corrientes, el cantante y guitarrista Gastón Saied dialogó con Iton Gadol sobre cómo será el show acústico que brindará en la sala Pablo Picasso del complejo La Plaza. Además, en la entrevista reflexionó sobre el poder que tiene la música para transmitir valores y para promover la identidad, especialmente de cara a las nuevas generaciones.
¿Con qué expectativas te preparás para el espectáculo que vas a brindar el 13 de noviembre?
Con expectativas muy altas, podría decir, por lo que significa actuar en la calle Corrientes. Si bien ya he estado en otros teatros importantes, como el Teatro Colón, el Luna Park, el Coliseo, o el Gran Rex, esta vez es muy especial porque se trata de un concierto muy personal, y también porque tiene que ver con el recorrido que vengo haciendo con la música israelí y con la música espiritual en la Argentina. Siento que todo el camino que recorrí va a dar como resultado este concierto.
¿Qué tiene de especial para vos esta presentación?
Es la posibilidad, como decía recién, de poder hacer un concierto de música israelí en plena calle Corrientes. Parece algo obvio pero no lo es. Teniendo en cuenta el contexto internacional que estamos viviendo como pueblo, siento que es importantísimo seguir reafirmando los valores desde el lado del arte, y particularmente en lo que a mí me refiere, desde la música.
¿Con qué canciones se encontará el público el 13 de noviembre, en el complejo La Plaza?
A mí me encanta la música israelí de todos los tiempos. Y es precisamente lo que presentaré en esta oportunidad. Habrá canciones clásicas como Jai o Bashana Haba´a. Ofra Haza es una de mis artistas preferidas y una musa inspiradora. Interpretaré canciones de ella, con un sonido actual, y también cantaré temas contemporáneos.
El espectáculo tendrá, además, un momento de homenaje a las personas que fueron asesinadas el 7 de octubre, y nos sumaremos al pedido para que todos los rehenes vuelvan a sus hogares. Hay preparadas muchas sorpresas pero sobre todo, habrá sonidos que nos transporten a Israel.
En el concierto me acompañarán Adrián Mirchuk en el piano, Dan Hakim en percusión, Pablo Alvarez Vilariño en bajo, y Arturo García Basconcelo en guitarra. La producción general está a cargo de Diego Berman.
Desde el 7 de octubre a hoy, ¿ha cambiado tu forma de ver qué puede aportar la música y qué mensaje se puede dar a través de ella?
A partir de ese día, a todos nos cambió la perspectiva de lo que puede hacer la música, de la profundidad que puede tener. Además de convertirse en un refugio y en una fuente de conexión para los que están atravesando el dolor, creo que en estos tiempos difíciles la música judía tiene una capacidad única para transmitir mensajes de esperanza.
Además de ofrecer consuelo, también es una manera de mantenernos fuertes y unidos como comunidad, sobre todo en este tipo de situaciones. En ese sentido, siento que mi misión como cantante, también es la de ser un puente hacia la esperanza, y hacer que cada concierto, cada interpretación, transmita la idea de que a pesar de todo podemos volver a empezar y a construir juntos.
Cuando se cumplió un año de la masacre de Hamás, te vimos cantar en el multitudinario acto que se realizó frente a Hacoaj. ¿Cómo viviste ese momento tan especial?
Me sentí muy honrado de haber sido elegido y de haber estado presente, con mi voz, en ese momento tan especial y significativo. Haber estado enfrente de una multitud unida me hizo sentir el peso y el poder de cada palabra que canté. En ese instante sentí que cada nota era una forma de recordarnos a todos que seguimos de pie, y que a pesar de la tragedia nuestra esperanza y solidaridad como pueblo son inquebrantables.
Hace poco compartiste con León Gieco, y la vocalista Nuri Nardelli un canto multireligioso. ¿qué significó esa experiencia para vos?
Me sentí realmente afortunado de haber sido parte de esa experiencia tan transformadora. Lo viví como una verdadera celebración de la diversidad. Más allá de las creencias individuales, la oportunidad de unir nuestras voces en un mensaje de paz y entendimiento nos recordó el inmenso poder que tiene la música para derribar barreras. Cada uno aportó su perspectiva y sensibilidad. Y fue como si por un momento, las diferencias se desvanecían para dar paso a algo más grande y más universal. A partir del arte podemos inspirar a otros a buscar la paz y el respeto.
Estás muy presente en diferentes espacios dentro de la comunidad. Tu música es un puente que ayuda a conectar a las generaciones jóvenes con la identidad y la cultura judía. ¿Sos consciente de este desafío tan importante?
A veces es difícil ser plenamente conciente de lo que uno hace, o hasta dónde uno llega con lo que hace porque realmente sale desde adentro; me sale desde el alma. Es una responsabilidad también poder conectar, desde la música, a las personas de una manera emocional.
En lo que se refiere a la identidad y a la cultura, uno siente que la misión es doble. Por un lado, se trata de mantener viva la música y la tradición. Y por otro lado, está la intención de acercar a nuevas generaciones, que tal vez no estén tan cerca de sus propias raíces.
A través de la música, es posible encontrar una conexión auténtica, y sentir orgullo por la identidad. No solo es un desafío sino un privilegio poder tender ese puente y contribuir a que la cultura y la espiritualidad de la comunidad sigan vivas y vibrantes.
PARA AGENDAR
Gastón Saied Acústico: Miércoles 13 de noviembre, a las 20, en la sala Pablo Picasso del Paseo La Plaza. Av. Corrientes 1660 (CABA).
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En Instagram: @gastonsaied