Itongadol (Enviado especial desde Jerusalem).- Entró un mensaje a mi celular: “Dani, quiero compartir contigo y llevarte al sur para que veas de cerca lo que significó el ataque de Hamás”. Era Nili Pitchon, la directora para América Latina del Keren Kayemet LeIsrael.
La experiencia fue realmente traumática. Visitamos toda la zona afectada por el ataque. Cada refugio fue una parada. Cientos de personas paran a rendir su homenaje, incluso camionetas de la policía y del ejército. Muchos jóvenes murieron dentro de los refugios. Llegamos a Nova, donde fue la fiesta que terminó con el asesinato de tantos jóvenes que habían ido a disfrutar la vida. Caminar ese campo es muy doloroso. En simples estacas están los rostros de todos ellos, cada uno convertido en un pequeño santuario o tumba improvisada.
Le pedí a Nili que grabemos algo, ambos estábamos con lágrimas en los ojos…
Después de pedirle una y otra vez, finalmente lo hicimos y ella convencida de que era lo correcto transmitir todo lo que se pueda de lo que ocurrió el 7 de octubre.
Gracias Nili, gracias Keren Kayemet LeIsrael.
Mensaje completo de Nili Pitchon desde el sitio donde ocurrió la masacre:
Ese fin de semana llegaron más o menos 1.200 jóvenes acá, a festejar la vida, y ellos están representados por una foto. Ya no están. No podemos entender lo que pasó. Pero como pueden verlo, cada uno necesita estar acá, como nosotros. Gente que vivía en el exterior, familias, jóvenes que estuvieron acá ese día, en esa fiesta, soldados…estamos acá para no olvidarlos para recordarlos. A los soldados generalmente antes de entrar en Gaza los suelen traer aquí, para que entiendan todavía más la razón por la cual hacen lo que hacen y a veces también lamentablemente sacrifican sus vidas. Se pueden ver las sonrisas, los jóvenes que fueron a festejar. Amaban la vida, tenían familias, tenían la vida por delante.
Es un lugar muy importante para las familias. Uno puede ver como cada familia viene a acá y hace un homenaje, hacen un jardincito, piedritas, velas. Cada uno necesita hacer algo más.
Acá estaba la carpa grande que todos vimos en la tele. Acá saltaron, acá bailaron. Y acá se quedaron. Este lugar es uno de los terrenos y bosques del KKL muy conocidos. En esta época del año salen las flores rojas. Todo Israel viene para para verlas y este año todo Am Israel viene para ver estas flores. Estas flores que están acá y que son divinas. Pero no crecerán más.
Y acá se piensa hacer un gran proyecto de memoria a todas estas víctimas, por un lado para recordarlas, pero por otro lado también, como hace un ratito uno de los jóvenes que estuvo en esa fiesta ese día, que varios de sus amigos están acá en las fotos, que ellos no tuvieron la suerte que él tuvo de volver acá, para gritar Am Israel Jai. Eso es lo que tenemos que decirnos. Es un golpe durísimo que nunca olvidaremos en la vida, pero aquí estamos, Am Israel fuerte, Am Israel uno con el otro, con nuestros soldados, con los que estamos tan agradecidos.
Y no los olvidaremos.