Itongadol.- Entre el 10 y el 17 de julio el KKL organizó en Israel el Congreso Mundial de Educación. En diálogo con Itongadol una de las participantes del evento, la Directora del Nivel Inicial de la Escuela Martín Buber, destacó ‘‘la experiencia de compartir con colegas de nuestro país y del mundo’’.
‘‘Escuchar otras realidades, pensar creativamente con educadores de otros lugares, prestarnos ideas y disfrutar en conjunto es, sin dudas, de lo más transformador que nos sucedió’’, agregó Maizelman.
En el Congreso se capacitaron profesores y miembros de equipos de conducción de escuelas judías de América Latina, Francia, España, Estados Unidos, Australia, Sudáfrica, Canadá y Europa del Este.
Con el objetivo de empoderar a la futura generación de líderes, el KKL organiza una vez al año este encuentro para directores y maestros/as de docenas de países de todo el mundo. Los seminarios consisten en recorridos por sitios históricos y patrimoniales, proyectos propios de gran impacto del KKL y encuentros de intercambio.
A lo largo de la semana, el grupo de 62 participantes de América Latina y España pudo aprender y conocer en primera persona una gran cantidad de intervenciones de KKL para hacer frente a la crisis climática y transmitir sus valores sionistas.
Entrevista completa:
¿Cómo calificás la iniciativa del KKL?
-En tiempos de desafíos constantes y preguntas diversas relacionadas al ámbito de la educación considero que la iniciativa del KKL es de mucha valentía. El equipo que lo lleva adelante desde Argentina junto a todos los representantes de la organización proponen una experiencia sumamente enriquecedora y motivadora.
¿En qué se verá reflejado en vuestra tarea diaria con los alumnos y la escuela?
-El viaje se verá reflejado en la tarea cotidiana desde diferentes acciones, con la posibilidad de haber traído de Israel algunas respuestas pero también con el compromiso de hacernos nuevas preguntas para responder en conjunto con la comunidad educativa. Es interesante mostrarle a los alumnos y alumnas la realidad del país que visitamos y continuar trabajando con el objetivo de educar en la identidad cultural, las tradiciones y costumbres de nuestro pueblo judío. Además, profundizaremos sobre temáticas de sustentabilidad y de cuidado del medio ambiente revalorizando lo que ya hacemos en la escuela y sumando los innovadores aportes que aprendimos en el viaje.
¿Alguna experiencia para destacar?
-Hay muchas la verdad, pero en primer lugar quiero destacar la experiencia de compartir con colegas de nuestro país y del mundo. Escuchar otras realidades, pensar creativamente con educadores de otros lugares, prestarnos ideas y disfrutar en conjunto es, sin dudas, de lo más transformador que nos sucedió. Luego sumo la visita a museos como Yad Vashem, un imprescindible en un viaje a Israel, y el renovado museo ANU. Además, el encuentro con soldados de la tzavá que muestra el compromiso, sentido de pertenencia y responsabilidad de los jóvenes es sencillamente conmovedor. La visita a la casa de la excelencia y oficinas del KKL generan mucho impacto y dan cuenta del gran trabajo que hay por detrás de iniciativas que uno recibe en su país del KKL.
¿Debería continuar esta iniciativa en el futuro?
-Sin dudas debería continuar. Ojalá muchos educadores puedan participar de este viaje, dialogar con pares, compartir aventuras en las alturas del Golán, observar viveros, reservorios de aves, participar de shabatot musicales, caminar por las calles de Tzfat, recorrer el Monte Herzl, plantar un árbol en representación de su comunidad, visitar el Kotel, pasear por el Shuk y recorrer la ciudad vieja de Jerusalem entre otras cosas. ¡Gracias por dejarme ser parte!