Itongadol.- “Antisionismo soviético y antisemitismo de izquierda contemporáneo” es un importante ensayo escrito por Izabella Tabarovsky, publicado por Fathom Journal, que deja al descubierto historia de la judeofobia soviética, que durante muchas décadas, utilizando el antisionismo como una forma de antisemitismo fue fundamental en la propaganda realizada en la denominada Guerra Fría por parte de los estados comunistas. Pero también muestra que «el pasado no está muerto, ni siquiera está pasado», una de las clásicas citas de William Faulkner.
Izabella Tabarovsky tiene una Maestría en Artes y otra de Historia Rusa de la Universidad de Harvard y una Licenciatura en Artes de la Universidad de Colorado en Boulder. Habla ruso a la perfección y tiene conocimientos de hebreo, español, francés y alemán. Actualmente es una importante investigadora del Instituto Kennan centrada en la política de la memoria histórica en el espacio postsoviético y en Europa del Este.
El Fathom Journal es una publicación del Centro de Investigación y Comunicaciones de Gran Bretaña – Israel, una organización británica independiente fundada en 2001 para fomentar una comprensión más completa y más profunda de Israel y del Medio Oriente.
A lo largo de su ensayo la autora explica como la KGB fue elaborando documentos que demonizaban al sionismo equiparándolo con el racismo nazi, utilizando elementos similares a “Los protocolos de los Sabios de Sión”, considerando que el sionismo era una “Conspiración mundial para destruir al socialismo y difundir el imperialismo”.
Si bien esta equiparación comienza luego de finalizada la segunda Guerra Mundial, se intensifica luego de la “Guerra de los seis días”, de principios de junio de 1967, publicándose un artículo de Yuri Ivanov simultáneamente en varias publicaciones soviéticas, titulado «¿Qué es el sionismo?», que se sumó al libro “El judaísmo sin adornos” de Trofim Kichko, autor que continúo publicando en los medios de prensa soviéticos artículos que intentaron mostrar que los males del sionismo se remontan al judaísmo.
Tabarovsky se refiere también al impacto de dos libros publicados en 1983 en los que detallaban la supuesta «alianza criminal del sionismo con los fascistas».
El combatir al sionismo y deslegitimizando el derecho de existir del Estado de Israel no se circunscribió solamente a la URSS, sino que por medio de la agencia de noticias Agencia de Prensa Novosti los difundieron al mundo entero. La autora sostuvo que “todavía tenemos que entender completamente cómo la propaganda antisionista soviética influyó en el mundo”. “En esos casos individuales en los que esta influencia es evidente, es evidente el impacto negativo que tuvo en las vidas de los judíos de todo el mundo”, sostuvo Tabarovsky, quien puso como ejemplo lo que está ocurriendo con el partido Laborista de Gran Bretaña liderado por Jeremy Corbyn.
Izabella Tabarovsky afirma que “una de las lecciones que enseña la campaña antisionista soviética tardía es que el antisionismo y el antisemitismo han sido históricamente profundos y, posiblemente, inextricablemente entrelazados”. “Fieles a sus principios ideológicos, los soviéticos nunca atacaron a los judíos en términos puramente racistas. Acusados de antisemitismo, indignados afirmaron que eran simplemente antisionistas. Pero dondequiera y siempre que emplearon el antisionismo para sus propósitos políticos, el antisemitismo floreció”, sostuvo.
“A pesar de sus afirmaciones, la campaña antisionista soviética apenas fue motivada por la búsqueda de justicia, paz o liberación para el pueblo palestino. Concebido por expertos propagandistas, fue un instrumento cuyo propósito era desviar la atención, manipular, solidificar el control, purgar enemigos y ampliar la influencia de uno de los regímenes más opresivos en la historia de la humanidad”, dijo.
Por último, Izabella Tabarovsky reflexionó que “el mensaje que emana del campo antisionista de la extrema izquierda de hoy es sorprendentemente similar al mensaje de las campañas antisionistas soviéticas. Desde los reclamos de la colaboración sionista con los nazis en el Holocausto, a la idea del sionismo como una ideología inherentemente racista y opresiva, al concepto de Israel como un estado colonialista de colonos que se involucra en el comportamiento genocida y el apartheid, todas estas ideas fueron Parte de la narrativa antisionista soviética”.