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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sufrió aparentemente el impacto de las críticas atribuidas al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ayer cuando una encuesta del Canal 10 descubrió que su partido Likud-Beytenu había perdido tres asientos en una semana.
El sondeo Diálogo encontró que el partido de derecha cayó de 35 a 32 asientos, 10 lugares menos que los partidos combinados en la Knesset – parlamento israelí – actual.
Dos de esos puestos fueron ganados por el partido de Tzipi Livni, el cual subió de 7 a 9 asientos, y esta fue la primera vez que el bloque del ala izquierda ganó a expensas de la derecha desde que comenzó la campaña electoral.
La encuesta predijo 16 puestos para el Partido Laborista, 14 para Bayit Yehudi, 11 para Shas y Yesh Atid, cada uno, 6 para Judaísmo de la Torah Unido y Meretz, cada uno, 4 para Hadash y Balad, cada uno, 3 para la Lista Árabe Unida y 2 para Kadima e Israel Fuerte, cada uno.
Fue la primera encuesta que fue parcialmente tomada luego de que el columnista americano, Jeffrey Goldberg, publicara declaraciones de Obama que advertían que Netanyahu estaba llevando a Israel al aislamiento.
El primer ministro israelí se defendió a sí mismo en un viaje al sur ayer y dijo que había soportado la presión de Washington y que seguiría firme sobre los intereses vitales de Israel. Likud acusó a Goldberg de conspirar con Livni para dañar a Netanyahu.
El ministro de protección de medio ambiente, Gilad Erdan, que encabeza el equipo de respuesta de Likud, citó la entrevista de agosto del 2011 de Goldberg con Livni, en la que ella elogiaba a Obama por presionar a Netanyahu y sugería que Estados Unidos mantenga la estrategia.
El partido de Livni respondió a la acusación de conspiraciones y le pidió a Likud Beytenu que trabaje para que Estados Unidos y Obama ayuden a Israel ”en vez de hacer todo lo posible para distanciarlos”.