Itongadol/AJN.- Renunciar a la Secretaría General de la AMIA “es algo que iba a hacer, quizás en un mes y medio, porque así lo requiere el Estatuto, pero decidí hacerlo ahora para evitar todo este tipo de cosas que pueden enturbiar un proceso electoral”, explicó ayer, domingo, Julio Schlosser, recién llegado del exterior en una entrevista exclusiva con la Agencia Judía de Noticias. Fueron “los cuatro años más felices de mi vida comunitaria”, agregó.
Ayer, domingo, el Nuevo Modelo Comunitario organizó otra de sus actividades periódicas, en este caso en el Café Literario de la Sociedad Hebraica Argentina, antes de la cual la Agencia Judía de Noticias (AJN) conversó con Julio Schlosser, Waldo Wolff y Jorge Knoblovits, respectivamente candidatos a la Presidencia, Vicepresidencia 1ª y Secretaría General de la DAIA para las elecciones del 5 de noviembre.
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Periodista- Julio, no nos vemos desde tu “portazo”, con tu renuncia a la AMIA y a Avodá, y me parece una buena oportunidad para que cuentes qué pasó.
Julio Schlosser- Primero quiero aclarar que de ninguna manera lo llamo “portazo”. Los cuatro años y medio que estuve en la AMIA (como secretario general) los califico como los cuatro años más felices de mi vida comunitaria. Simplemente creí que era una etapa agotada. Nunca pretendí ser el candidato de alguien, sino el de un equipo. Es algo que iba a hacer, quizás en un mes y medio, porque así lo requiere el Estatuto, pero decidí hacerlo ahora para evitar todo este tipo de cosas que pueden enturbiar un proceso electoral y trabajar con la gente que acompaño y me acompaña. No pretendemos ser una lista única, sino de unidad, que represente a toda la comunidad, y por eso nuestras puertas están abiertas.
P- Se te vio enojado los últimos días previos a tu viaje…
JS- En realidad no estaba enojado, sino que no estaba conforme con las cosas que estaban pasando, y en quienes me rodean encontré gente que plantea la misma necesidad de una unidad en momentos en que la comunidad lo requiere. Hemos trabajado en llegar a acuerdos programáticos, y más allá de esta etapa que pasó, tenemos que ponernos a trabajar en cómo vamos a resolver los problemas que tienen la DAIA y la comunidad.
P- ¿Cómo se puede interpretar el hecho que en la mayoría de los momentos estabas acompañando al BUR (Bloque Unido Religioso) y de pronto estás compartiendo esta mesa?
JS- Creo que no tenemos memoria: con Waldo hemos compartió reuniones en el BUR, que es otra fuerza importante de la comunidad, que goza de mi respeto y estima -y también se lo escuché decir a Wlado en reuniones con el rav (Samuel) Levin-, pero queremos una DAIA que cuando salga a la calle pueda decir que representa a la comunidad judía, no a un pedacito. Las palabras que usó Waldo, que me impactan y llenen de orgullo, son “mis hermanos”, y lo dijo tres o cuatro veces en esa reunión…
P- … Igualmente creo que hay una desilusión por parte de la ortodoxia por entender que éste no era el camino que tenía previsto…
JS- … Los caminos se van haciendo al andar, como dice (Joan Manuel) Serrat; uno no los elige. Pero cuidado: el camino está abierto a todos los que se quieran incorporar. En mi ausencia, Waldo anunció este trío, no una lista completa. La intención es tener una lista de unidad comunitaria.
Jorge Knoblovits.– Esto estaba previsto y lo veníamos trabajando hace más de 3 meses, cuando nos reunimos en un café. Empezamos a trabajar no con nombres, sino con ideas-fuerza. Creo que van a seguir uniéndose fuerzas comunitarias a esta lista de unidad.
Waldo Wolff- Le agradezco a Julio la cita de mis frases. En reiteradas ocasiones he dicho que todos los judíos son mis hermanos, y la misma historia y el mismo entorno se encargan de refrendar este postulado. De hecho, hoy tenemos una actividad abierta, a la cual están invitadas todas las fuerzas que componen la comunidad porque intentaremos defender los intereses de todos.
P- ¿Sienten que el proyecto está maduro y que terminarán liderando la nueva Comisión Directiva de la DAIA?
WW- Hemos seguido un camino apasionante y siempre hemos sido coherentes, firmes y respetuosos de aquellos que estaban en competencia. Lo hacemos con mucha responsabilidad, compromiso y honorabilidad y estamos orgullosos de lo que hicimos. Todavía quedan dos meses y la comunidad tiene que tener paciencia y confiar en nosotros porque el proyecto está por encima de quienes lo integran. Todos van a ser invitados a formar parte y sentirse representados por una institución pluralista y contenedora.
P- Julio, si vas a presidir la DAIA, ¿cómo imaginás tu gobierno?
JS– Me la imagino de la misma manera que es mi vida: trabajando, apoyándome en toda una Comisión Directiva y buscando, entre todos, las mejores opciones para la comunidad. Con Waldo lo hemos hablado en reiteradas oportunidades y me enorgullece decir que coincidimos en los postulados fundamentales. Vamos a trabajar con todos para la comunidad judía. Aspiramos a representar a toda la comunidad, cambiar lo que está mal, mejorar aquello que no está tan bien y mantener aquello que está bien. No venimos a tirar todo por la borda, ni a decir “todo lo que está hecho no sirve”, venimos a trabajar. Creo que los tiempos de la comunidad nos van a ir llevando a tomar las decisiones acordes, pero no queremos reuniones de Comisión Directiva para informales a nuestros compañeros qué hicimos la semana pasada, sino para informales, debatir y ponernos de acuerdo en qué vamos a hacer la semana y el mes que vienen. Si no, los miembros de la Comisión Directiva van a ser un adorno y eso no le sirve a la comunidad.
P- Jorge, ¿de qué hablamos con esto de la “nueva DAIA”?
JK- Lo que dice Julio es absolutamente certero: estamos hablando de reuniones para fijar estrategias y no urgencias, y eso es fundamental. Tenemos que fijar la estrategia de la comunidad judía, unida por distintas líneas, no por distintas fuerzas porque la fuerza va a ser una sola. Fijar una política comunitaria de acá a diez años es de lo que se trata la “nueva DAIA”.
WW- Lo más importante es una DAIA preventiva y no reactiva. Anticiparnos al futuro. Que todos los miembros de la comisión estemos trabajando en escenarios para que el día de mañana nos encuentre habiéndolos pensado con profesionalismo. Hoy hacemos una reunión para analizar posiciones en caso de un suceso en Medio Oriente, que es una hipótesis de conflicto latente.
P- Waldo, ¿hay algún otro candidato dando vueltas? ¿Hay lugar para la ortodoxia en un futuro gobierno de ustedes?
WW- No sólo que hay lugar, sino que ellos tienen que tener un lugar y van a ser invitados a ocuparlo. No nos consta que haya otro candidato, hay rumores… Bienvenido, la democracia le permite presentarse a quien crea que es la mejor opción, y va a ser tratado con competencia y honorabilidad, de la misma manera que tratamos a nuestros adversarios momentáneos cuando todavía no habíamos hecho nuestro arreglo porque, en definitiva, cuando tuvimos que salir a la calle nunca nos preguntaron cuáles eran nuestros colores políticos. Aquel judío que hoy se nos enfrente en elecciones, mañana va a estar espalda con espalda con nosotros para ser cuidados.
JS- En la respuesta de Waldo está la clave de aquello que posibilitó que hoy estemos sentados a esta mesa. Cuando no teníamos un acuerdo, ni del lado de Waldo ni del de mi gente hubo referencias de ningún tipo hacia el otro grupo. La amistad y el trabajo de ninguna manera sobreviven a la falta de respeto y nos manejamos con una prudencia tal porque nuestros equipos sabían que el objetivo era lograr una lista de unidad. Por eso nos cuidamos mucho con las palabras a utilizar para mantener el respeto que se merece otro judío que también quiere trabajar por la comunidad.
Agradecimiento a Guillermo Borger
Julio Schlosser también tuvo su momento para agradecer al presidente de la AMIA, Guillermo Borger, quien estuvo presente en la actividad convocada por Waldo Wolff y Jorge Knoblovits del Nuevo Modelo Comunitario.
“No voy a dejar pasar esta oportunidad, me van a disculpar esta licencia que me tomo, para agradecerle a una persona a la que considero mi amigo y el hecho que este acá no hace mas que refrendar eso”, expresó Schlosser, ex secretario general de la AMIA, en referencia a Borger.
Asimismo, le agradeció al titular de la institución comunitaria que en los cuatro años y medio que compartió de gestión al frente de la AMIA lo dejó “trabajar y crecer como dirigente comunitario”. “Me tuvo confianza que es algo realmente importante y jamás se puso a leer aquello que le levaba a firmar”, añadió.
“Públicamente Guillermo te quiero decir gracias, fueron años muy lindos en mi vida los que pase acompañándote. Ojalá que nos volvamos a encontrar alguna vez y no tengo ningun problema en volver a ser tu secretario porque recibí todo el afecto que una persona puede brindar a otra”, transmitió el dirigente.
Schlosser resaltó que quienes forman parte del Nuevo Modelo Comunitario buscan un mejor futuro para la DAIA. “Estamos acá para trabajar en lo que queremos que sea la DAIA y para que no nos sorprenda ninguna circunstancia. Waldo con todo acierto y su grupo del cual ahora yo digo que es mío pactaron esta actividad y es hora de que empezamos trabajar en lo que queremos que sea la DAIA”, enfatizó.