El año pasado, el Ejército israelí habría aumentado significativamente la cantidad de operaciones encubiertas en el exterior, ante las crecientes amenazas que enfrenta su país en la región, de acuerdo a informes extranjeros a los que tuvo acceso el diario The Jerusalem Post.
Si bien la mayoría de los detalles son clasificados, incluido su número exacto, el Ejército habría actuado, por ejemplo, en Sudán, Líbano e Irán.
Una operación encubierta confirmada fue en marzo, cuando comandos del cuerpo de elite de la Marina Shayetet 13 (Flotilla 13) abordó el barco de carga Victoria, que navegaba por el mar Mediterráneo de Turquía a Egipto con 50 toneladas de armamento, incluidos avanzados misiles tierra-agua guiados por radar destinados a Hamas, en la Franja de Gaza.
Pero los informes extranjeros también alegan que la Fuerza Aérea de Israel habría bombardeado dos convoyes en Sudán, con armas en camino a la Franja de Gaza, que un helicóptero israelí habría sido visto sobre una isla cercana y que un submarino también habría sido detectado en la zona.
En abril, un auto fue bombardeado cerca de Port Sudan, que medios árabes adjudicaron a un ataque de Israel porque sus ocupantes eran presuntos terroristas islamistas implicados en el contrabando de armas a Hamas.
El Ejército israelí tiene varias unidades especializadas en operaciones encubiertas -Shaldag, de la Fuerza Aérea; la Unidad de Reconocimiento del Estado Mayor “Sayeret Matkal”, a cargo de la Inteligencia Militar; y la mencionada Shayetet 13-, pero el Estado Mayor tiene la sensación de que después de la Segunda Guerra del Líbano ellas podrían hacer más cosas si trabajaran juntas y hubiera una mejor coordinación entre sí.
Por eso, su titular, Benny Gantz, decidió el mes pasado crear “Cuerpos de profundidad”, una nueva unidad que supervisará las operaciones en territorio enemigo y que está a cargo del general Shai Avital, ex comandante de Sayeret Matkal, que vuelve al Ejército después de más de una década.
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