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Israel necesita ver si las acciones de la extrema ala derecha podrían ser legalmente definidas como terrorismo, dijo el ministro de defensa de Israel, Ehud Barak, hoy, mientras el ministro de justicia Yaakov Ne’eman evalúa las medidas de emergencia debido a los recientes ataques conocidos como “price tag” y asaltos a las tropas del ejército.
Los comentarios de Barak se hicieron luego de que 50 colonos y activistas de derecha entraran a una base militar clave en Cisjordania ayer, tiraran rocas, prendieran fuego gomas y arruinaran vehículos militares.
En un aparente “price tag” más temprano hoy, perpetradores anónimos prendieron fuego una mezquita en la histórica Jerusalem y pintaron frases con aerosol como “Mahoma está muerto” y “Mahoma es un cerdo” en las paredes.
También hoy, se espera que el ministro de justicia Ne’eman forme una lista de propuestas juntadas para fortalecer las acciones legales contra los activistas del ala derecha y a la luz de los recientes ataques. El funcionario deberá discutir el asunto con funcionarios del Ministerio de Justicia y representantes policiales. Una opción sobre la mesa es la declaración de los extremistas de derecha como una organización terrorista, lo que permitiría inmediatamente arrestos y prevención de acciones.
En referencia al reciente resurgimiento de violencia del ala derecha, Barak dijo en una entrevista con Radio del Ejército hoy que Israel necesita ver si los llamados jóvenes de la colina, un grupo de personas que nacieron en los asentamientos y ahora pertenecen a la extrema derecha, pueden ser designados como terroristas. “Desde el modo en el que se manejan, no hay duda que son acciones terroristas”, dijo, y agregó que la necesidad de definirlo en términos legales es en esencia un problema de palabras. “Es una organización, es un grupo de individuos, ¿cómo los definimos colectivamente?”, destacó.
Sin embargo, Barak agregó que Israel debe “actuar rápido, para que ellos y el resto de la comunidad en Cisjordania, que es la población más grande, no queden en la duda”. “Estas cosas ponen en peligro la vida de las personas y desvían a la Fuerza del Ejército de Israel de su misión principal, que es prepararse para los desafíos de seguridad y defender la vida de civiles, incluyendo legislaciones de emergencia, expulsiones y arrestos administrativos”, dijo.