Decenas de miles de personas volvieron a manifestarse (foto) hoy, viernes, en toda Siria, durante el mes sagrado musulmán del Ramadán, en reclamo de un cambio de régimen y la destitución del presidente Bashar Assad.
“Sólo nos arrodillaremos ante Alá”, gritaban.
Activistas de los Comités de Coordinación Local denunciaron que la represión militar, que ha dado lugar a sanciones y condena en el exterior, provocó al menos otros 10 muertos: tres en los suburbios de la capital, Damasco, dos en el centro comercial de Alepo, la provincia norteña de Idlib -en la frontera con Turquía- y Hama, el epicentro de la rebelión contra 41 años de dominación de la familia Assad.
La restante víctima se produjo en Deir al-Zor, cuando el ejército disparó contra manifestantes que salían de una mezquita, tras lo cual se produjo un incendio en ese centro religioso.
“Assad quiere acabar con la insurrección antes de que la presión internacional sea demasiada para él”, denunció un habitante de esta última ciudad.
Según los activistas, la represión militar ya provocó más de 1.700 civiles asesinados.
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