Los Iamim Noraím (Altas Fiestas) demandan del judío un acto de introspección a través del cual se debe realizar un “racconto” de espíritu.
Primero, la comunidad judía recibe el Año Nuevo (Rosh Hashaná), que en esta oportunidad acaecerá el miércoles 8 de septiembre al atardecer, para continuar el jueves 9 y el viernes 10.
Con motivo de las próximas fiestas, el rabino Rubén Saferstein, de la comunidad Dor Jadash expresó que “ante la llegada de los Iamim Noraím debemos recordar los nombres Iom Hazicarón (Día de Recordación), Iom Hadín (Día del Juicio) y Iom Truá (Día de toque del shofar, el tradicional cuerno de carnero que se emplea para despertar y congregar a los judíos) para hacer una profunda reflexión sobre nuestras acciones y tratar de poner toda nuestra fuerza en mejorar como personas y como judíos”.
Saferstein agregó que en estas fechas debemos tener “muy presente a Medinat Israel (Estado de Israel)”.
También expresó su mensaje el rabino Daniel Goldman, de la comunidad Bet El: “Siempre esta época del año nos moviliza para enunciar nuestros deseos, y creo que el mayor deseo que podemos tener es reconocer nuestra propia dimensión humana frente al Creador, que todo lo puede y todo lo hace”.
Asimismo, el religioso anheló que “la comunidad judía siga teniendo un año de realización en materia espiritual e intelectual”.
Rosh Hashaná marca el comienzo de los Diez Días de Arrepentimiento, que concluirán a finales de Iom Kipur, que es considerado el día más sagrado del año judío. Esta jornada de ayuno, oración e introspección se inicia con Kol Nidré, una oración que pide la absolución de las malas acciones, y termina con Neilá. En medio hay una liturgia que abarca todo el espectro emocional, desde el solemne hasta la celebración.
CY-CGG