Itongadol.- Después de que el Primer Ministro Benjamin Netanyahu expusiera sus exigencias para poner fin a la guerra, y de hecho alejara cualquier posibilidad de un alto el fuego en los combates en Gaza, el ejército siguió adelante en su ofensiva sobre la Franja.
El resultado ha sido una creciente desconfianza de la opinión pública en cuanto a los verdaderos objetivos que guían las decisiones del gobierno y cómo podrían alcanzarse, así como crecientes interrogantes en torno a esos objetivos, entre los altos mandos sobre el terreno.
Los altos mandos militares insisten en que la ofensiva de las FDI debe estar al servicio de la liberación de los rehenes retenidos por Hamás desde la masacre del 7 de octubre, además de destruir la capacidad del grupo terrorista para controlar Gaza.
«Hamás entiende que está con la espalda contra la pared y bajo un asalto militar continuado», dijeron. «El grupo terrorista no tiene logros sobre el terreno, mientras que las bajas sufridas por las tropas siguen siendo escasas. Hamás sigue perdiendo territorio ante las IDF. Ahora tienen serios problemas para gobernar y la crisis humanitaria no hace más que agravarse. Vemos manifestaciones diarias contra Hamás, que parece estar perdiendo el control».
Los militares señalan el nuevo modelo anunciado para proporcionar ayuda humanitaria a la población civil. «Esto erosionará aún más la posición de Hamás. En última instancia, tendrán que aceptar un acuerdo».
Pero, ¿qué pasa con los rehenes? Los funcionarios admiten que el temor a dañar a los cautivos plantea desafíos a las fuerzas combatientes. «Debemos tener cuidado de no causarles daño, pero sólo la presión militar sobre Hamás hará que comprendan que no les quedan opciones».
En Jan Yunis, las IDF han estado trasladando a la población civil fuera de las zonas que han tomado y donde se estaba destruyendo la infraestructura subterránea. Los militares pretenden limitar el control de Hamás a no más del 30% de la zona.
«La ofensiva sobre Jan Yunis del año pasado fue eficaz, pero estaba destinada a buscar y capturar terroristas. Ahora estamos aquí para destruir infraestructuras y trasladar a la población civil a otras zonas», afirmaron. Al igual que en Rafah, Jan Yunis se vaciará de civiles y terroristas».
Aun así, Las IDF están dispuestas a suspender sus asaltos si Hamás acepta las condiciones israelíes para un alto el fuego. Los altos mandos creen que el asesinato de la cúpula del ala militar de Hamás, incluido Mohammed Sinwar, podría contribuir a los esfuerzos por alcanzar un acuerdo.
Esta guerra debe ganarse ahora, afirman los mandos de Las IDF. Aun así, la disputa política es preocupante y los altos mandos temen que pueda anular sus logros sobre el terreno.
Un punto de preocupación es la participación de tropas en las reservas que han sido llamadas de nuevo a filas, mientras el gobierno sigue eximiendo al sector ultraortodoxo de la necesidad de servir.