Itongadol.- El líder de la oposición, Yair Lapid, afirma que en cualquier otro país este tipo de comportamiento habría provocado la caída del Gobierno, tras conocerse que altos cargos del primer ministro Benjamin Netanyahu estaban detrás de una campaña de relaciones públicas para mejorar la imagen de Qatar en el mundo antes de que Doha acogiera la Copa del Mundo de fútbol de 2022.
En declaraciones a los periodistas antes de la reunión semanal de la facción de su partido Yesh Atid en la Knesset, Lapid declara que es imposible permanecer «indiferente» ante el hecho de que dentro de la Oficina del Primer Ministro «las personas más cercanas a él recibieron dinero de Qatar para llevar a cabo una campaña de relaciones públicas para un país que apoya a Hamás.»
Según el diario Haaretz, Jonatan Urich e Yisrael Einhorn, que en aquel momento trabajaban en su empresa de relaciones públicas Perception, se asociaron con otra empresa israelí para crear una campaña en nombre de Qatar que promocionaba al país del Golfo como cimiento de la paz y la estabilidad.
En aquel momento, Netanyahu era jefe de la oposición, pero el gobierno de entonces, encabezado por Lapid y Naftali Bennett, mantenía su política de cortejar a Qatar para que enviara decenas de millones de dólares cada mes a los gobernantes terroristas de Hamás en Gaza con el fin de evitar el colapso económico del enclave.
Urich y Perception desmintieron el informe de Haaretz, calificándolo de «fake news».
«A las figuras más importantes de Hamás se les permite vivir en Qatar, hacer negocios en Qatar» mientras Urich y Einhorn “se benefician de Qatar y explican al mundo que los qataríes son en realidad buena gente”, acusa Lapid.
Lapid afirma que si alguien cercano a él hubiera actuado así, los miembros de la coalición de Netanyahu «estarían aquí gritando que esto demuestra definitivamente que normalizamos a Hamás y no comprendimos lo que planeaba y el desastre que nos acarrearía». También exige saber si Netanyahu estaba al corriente de las actividades de Urich y Einhorn.