Itongadol.- La cuestión de qué sabía el primer ministro Benjamin Netanyahu sobre la activación de las tarjetas SIM israelíes en Gaza, los primeros indicios de un ataque de Hamás en la noche del 6 al 7 de octubre, está en el centro de la serie de investigaciones sobre la Oficina del Primer Ministro que se hicieron públicas la semana pasada, según el periodista de Yediot Ahronot Ronen Bergman.
Las tres acusaciones actuales incluyen la obtención, alteración y filtración de documentos clasificados a la prensa extranjera para servir a la agenda política del primer ministro; la manipulación de los protocolos de reuniones y conversaciones telefónicas al comienzo de la guerra; y el chantaje a un antiguo oficial superior de las FDI en la secretaría militar.
Bergman, que también escribe para el New York Times, escribió el lunes por la mañana que, según una «serie de funcionarios familiarizados con el material de inteligencia más relevante», la manipulación consistió en una llamada telefónica a la secretaría militar con información sobre la activación de un gran número de tarjetas SIM israelíes en la Franja de Gaza en las horas previas al ataque.
Según el informe, las tarjetas SIM eran producto de una operación de espionaje destinada a alertar de un posible ataque. Los combatientes de Hamás obtuvieron las tarjetas SIM israelíes para utilizarlas una vez que entraran en Israel, ya que sus teléfonos móviles actuales perderían recepción. La finalidad de las tarjetas SIM israelíes era permitir la comunicación entre los atacantes y subir documentación y grabaciones de los atentados a las redes sociales.
Desde los primeros días de la guerra, la Oficina del Primer Ministro ha afirmado en repetidas ocasiones que el ataque le había sorprendido por completo y que no había recibido ningún aviso previo. Según Bergman, la secretaría militar, que depende directamente del primer ministro, puede haber recibido efectivamente una indicación temprana sobre las tarjetas SIM, lo que indica que la Oficina del Primer Ministro sí recibió una advertencia previa. Esto socavaría las afirmaciones del primer ministro de que no estaba al tanto de nada anormal.
Según Bergman, el funcionario en el centro del caso de chantaje habría recibido la actualización relativa a las tarjetas SIM. Por lo tanto, el intento de chantajearle podría estar relacionado con el intento de manipular los protocolos para ocultar el hecho de que la Oficina del Primer Ministro sí fue advertida antes del inicio del ataque de Hamás.
La Oficina del Primer Ministro respondió: «Otra mentira total que también forma parte de una caza de brujas mediática sin precedentes contra la Oficina del Primer Ministro en tiempos de guerra, destinada a encubrir los graves fallos de otros en la noche del 7 de octubre».