Itongadol.-
Si el primer ministro Benjamín Netanyahu sigue en el cargo, «la próxima catástrofe es sólo cuestión de tiempo», declara el líder de la oposición, Yair Lapid, después de que una comisión estatal de investigación declarara al primer ministro personalmente responsable de la catástrofe del monte Meron en abril de 2021, en la que murieron 45 personas aplastadas en la tumba de un sabio del siglo II en el norte de Israel, a pesar de las numerosas advertencias de seguridad previas.
«El informe publicado hoy demuestra que la catástrofe podría haberse evitado. Estaba escrito. Indica negligencia criminal, arrogancia y desconexión, indica completa irresponsabilidad», dice Lapid a los periodistas. «Si Netanyahu fuera un ciudadano corriente, hoy sería juzgado por causar la muerte por negligencia e iría a la cárcel».
«Por respeto a las víctimas del monte Meron, para evitar su próximo desastre, debería irse a casa», dice Lapid, que también ha pedido repetidamente la destitución de Netanyahu tras la masacre del 7 de octubre. El informe «no deja lugar a dudas» sobre la responsabilidad personal del primer ministro, añade.
«Lo que ocurrió en Meron no es un accidente ni una falta, es un patrón de descuido, de negligencia, de peligrosa irresponsabilidad nacional», dice a los periodistas.
Aunque el informe concluye que existe «una base razonable para llegar a la conclusión de que Netanyahu sabía que el lugar de la tumba de Rashbi había sido tratado de forma inadecuada durante años, y que podía suponer un peligro para las masas que visitan el lugar», se niega a recomendar ninguna sanción para Netanyahu.
El ministro del gabinete de guerra, Benny Gantz, acoge con satisfacción las conclusiones de la comisión, calificándolas de «informe que salva vidas y que debería estudiarse en todos los ministerios y órganos de emergencia del gobierno», pero declina pedir la dimisión de Netanyahu.
Al igual que Lapid, varios legisladores trazan una línea entre la supuesta negligencia de Netanyahu en torno a Meron y los fallos en el período previo a la masacre del 7 de octubre, de los que Netanyahu se ha negado a asumir la responsabilidad.
«Hay una línea directa entre el desastre del Carmelo, el desastre de Meron y el fracaso del 7 de octubre: el primer ministro y su gabinete eluden la responsabilidad de gestionar los asuntos del Estado», afirma Mickey Levi, de Yesh Atid MK. «De alguna manera siempre no saben, no oyen, no ven».
Al igual que el primer ministro fue «responsable del desastre de Meron, también es responsable del desastre del 7 de octubre» y no puede seguir eludiendo su responsabilidad, tuiteó Yulia Malinovsky, MK de Yisrael Beytenu.