AJN/Itongadol.- El organismo de control nuclear de la ONU ha expresado una creciente preocupación por la capacidad de Irán para fabricar armas nucleares, alimentada por declaraciones públicas en ese país, según un informe confidencial.
Las tensiones entre Irán y la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) han estallado repetidamente desde que fracasó un acuerdo de 2015 que limitaba el programa nuclear de Teherán a cambio de un alivio de sanciones.
En el informe, el director de la AIEA, Rafael Grossi, dijo que “las declaraciones públicas hechas en Irán sobre sus capacidades técnicas para producir armas nucleares solo aumentan las preocupaciones del director general sobre la exactitud y completitud de las declaraciones de salvaguardias de Irán”.
En los últimos años, Irán ha disminuido gradualmente su cooperación con la AIEA desactivando los dispositivos de vigilancia necesarios para monitorear el programa nuclear y prohibiendo la presencia de inspectores, entre otras medidas.
Grossi reiteró su llamado a Teherán a “cooperar plena e inequívocamente con la agencia”, ya que las relaciones entre las dos partes se han ido deteriorando constantemente.
«Solo a través de un compromiso constructivo y significativo se podrán abordar estas preocupaciones», dijo Grossi en el informe trimestral confidencial.
Irán ha intensificado significativamente su programa nuclear, más allá de las necesidades para un uso nuclear comercial, y ahora tiene suficiente material para construir varias bombas atómicas, dijo Grossi la semana pasada.
Agregó que quiere visitar Teherán el próximo mes por primera vez en un año para poner fin a la “distancia”.
Después de informarles a los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea sobre el tema, el jefe del organismo de vigilancia nuclear de la ONU dijo que si bien el ritmo de enriquecimiento de uranio se ha desacelerado ligeramente desde finales del año pasado, Irán todavía lo está enriqueciendo a un ritmo elevado, de alrededor de 7 kilogramos de uranio por mes, hasta un 60% de pureza.
Ello acerca el uranio al grado de armamento y no es necesario para un uso comercial en la producción de energía nuclear.
Irán niega que busque armas nucleares, pero ningún otro Estado ha enriquecido uranio a ese nivel sin producirlas.
Según un extinto acuerdo de 2015 con las potencias mundiales, Irán solo podía enriquecer uranio al 3,67%.
Después de que el entonces presidente Donald Trump retirara a Estados Unidos de ese acuerdo en 2018 y volviera a imponer sanciones, Irán violó el acuerdo original y fue mucho más allá de sus restricciones nucleares.
Los esfuerzos por revivir el acuerdo han sido infructuosos hasta ahora, con las conversaciones lideradas por Europa suspendidas desde 2022.
Las potencias occidentales se han mostrado reacias a mostrarse duras con Teherán por temor a agravar las tensiones en Medio Oriente, según afirman diplomáticos.
La preocupación por un conflicto regional más amplio se ha agudizado desde la devastadora embestida de Hamás el 7 de octubre y la posterior ofensiva aérea y terrestre de Israel destinada a eliminar al grupo terrorista palestino en la Franja de Gaza.