Rosh Hashaná es una de las fechas más importantes del calendario judío. Es el tiempo de hacer balances, evaluar lo hecho y lo por venir y también una oportunidad para celebrarlo en familia y en comunidad. Son los días en los que los judíos de todo el mundo nos congregamos, porque el balance es individual pero también es colectivo. Es en la interacción con los otros que podemos alcanzar la verdadera teshuvá, salir de nosotros mismos para llegar a nuestros semejantes. Es por eso que rezamos en comunidad y también celebramos en comunidad.
Con ese espíritu, el pasado sábado 23 de septiembre en Hebraica se celebró la cena de Rosh Hashaná en comunidad, en el Restó de la sede Pilar.
En cada mesa se pronunciaron las brajot correspondientes a la festividad. Hubo una propuesta de cartisim para expresar buenos deseos para el nuevo año para la institución y para las familias que la componen. No faltaron las exquisitas comidas típicas judías que deleitaron de todos los presentes.
Acompañaron la cena, canciones y música interpretadas por Martín Nisnevich y las palabras de la seminarista y socia de SHA, Marta Kohan a través de enseñanzas y relatos de las fuentes judías.
Con una noche inolvidable de festejo y celebración, de afectos y emociones, Hebraica recibió el nuevo año 5784 con deseos de paz, salud y alegrías compartidas.