Itongadol.- El presidente del partido de Unidad Nacional y ex ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, afirmó este lunes que no hubo avances en las conversaciones en curso en la Residencia del Presidente Herzog sobre la revisión judicial del gobierno.
Las conversaciones «no avanzaron realmente en ninguno de los temas y específicamente no en el tema del Comité de Selección Judicial», agregó Gantz, en referencia a la propuesta de ley que daría a la coalición oficialista una mayoría en el comité que selecciona a los jueces de Israel.
Gantz advirtió que «no permitirá una pérdida de tiempo mientras eso permita a la coalición hacer avanzar la legislación [de reforma judicial] en el ‘momento y lugar’ que prefiera», y dejó en claro que, aunque no tiene en mente una fecha límite, sabrá cuándo detenerse y reconsiderar la eficacia de la charla.
Por otro lado, en un pleno especial de la Knesset, el Parlamento israelí, frente al presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Kevin McCarthy, el primer ministro Netanyahu destacó que las protestas en todo Israel en los últimos meses a favor y en contra de la revisión judicial del gobierno son un testimonio de la «democracia vibrante» del país.
Netanyahu señaló que la mayoría de los ciudadanos apoyan los cambios en el sistema judicial y que la coalición tiene una mayoría de 64 diputados para instigar cambios si las conversaciones en curso en la Residencia del Presidente fracasan.
«Vimos la fuerza de este apoyo en las gigantescas protestas con cientos de miles de participantes en Jerusalem. También vemos protestas repetidas en el otro lado. Este es otro testimonio de nuestra vibrante democracia», añadió Netanyahu.
El premier israelí concluyó que «por responsabilidad nacional, intentamos alcanzar acuerdos entre partidos que son importantes para el futuro de nuestro Estado y nuestra democracia».
Además, el líder de la oposición y ex primer ministro, Yair Lapid, dio su punto de vista acerca de la democracia israelí en la sesión especial de la Knesset: «Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para asegurarnos de que Israel siga siendo una democracia vibrante, un lugar con libertad de expresión, libertad religiosa, libertad de las minorías, libertad de prensa y un sistema judicial fuerte e independiente -sí, un sistema judicial independiente-. Un Estado al que Estados Unidos pueda seguir llamando con orgullo amigo y aliado».