«Garantizamos la memoria, la seguridad y la justicia en el caso de los execrables atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA, a fin de que se esclarezca y sus responsables tengan castigo. Para evitar la impunidad y el encubrimiento ordenamos a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) el traslado de todos los documentos sobre actos referidos a esos atentados a la Unidad Fiscal de Investigaciones.» Así, Néstor Kirchner anunció ante el Congreso que 1474 carpetas, con un total de 400.000 páginas, ya no se mantendrán en la SIDE ni en el ámbito del Poder Ejecutivo sino que se entregarán al Poder Judicial, a la fiscalía especial que encabeza Alberto Nisman. La movida plantea una controversia: hay familiares que sostienen que, necesariamente, tienen que haber otras carpetas secretas en la SIDE, pero en el Ejecutivo juran que ésas son las únicas que se encontraron en la central de espías. El interrogante entonces es dónde están esas otras carpetas y qué podrían contener.
Mañana, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, el Presidente ratificará lo adelantado hace algunos días y que reiteró ayer: la posición del Gobierno ante la audiencia que se realizará el viernes en Washington, en la CIDH, es que el Estado argentino admitirá que hubo privación de justicia en el caso de los atentados. Esto significa que la investigación no sólo fracasó, sino que hubo una maniobra para sembrar una pista falsa y encubrir las verdaderas. La administración Kirchner reconocerá esa realidad, aunque obviamente responsabiliza a los gobiernos de Carlos Menem y Fernando de la Rúa por esa maniobra.
En el mismo acto, el titular de la SIDE, Héctor Icazuriaga, firmará la entrega de las 1474 carpetas y el fiscal Nisman pondrá la rúbrica recibiendo ese material. En realidad, toda esa documentación le fue abierta hace un año a la Unidad AMIA del Ministerio de Justicia, que encabeza Alejandro Rúa. En estos doce meses, Rúa y voluntarios allegados a los familiares de las víctimas estuvieron revisando papel por papel. Por ahora, no se encontró nada de relevancia. «Lo que se hizo con la Unidad AMIA de Justicia es diferente a lo que se va a hacer ahora. Hasta el momento sólo permitimos que vayan a la SIDE a revisar papeles. Ahora, entregamos la documentación y las carpetas salen del ámbito del Ejecutivo y van al Poder Judicial», explicó un hombre del Gobierno.
Una parte de los familiares, entre ellos los integrantes de Memoria Activa y Apemia, sostiene que esas carpetas son sólo de las divisiones Contrainteligencia y Terrorismo, y que tiene que haber otras carpetas. Mencionan especialmente dos vertientes. Por un lado, transcripciones de Observaciones Judiciales, que es el organismo de la SIDE que se ocupa de las escuchas telefónicas y, en segundo lugar, carpetas de la Sala Patria, que –según el Tribunal Oral– fue el grupo operativo de la SIDE que en alianza con funcionarios menemistas y el juzgado de Juan José Galeano jugó el papel protagónico en armar una pista falsa. En la Casa Rosada dicen que en la SIDE no hay otras carpetas. La pelota quedará en el campo del fiscal Nisman, quien tiene atribuciones para pedir el allanamiento de ex y actuales espías.
Fte Pag12 R.Kollmann