Telam.-La audiencia en la CIDH está prevista para el viernes próximo a las 9 (hora de Washington), en el marco de una denuncia hecha en 1999 por el grupo de familiares hipercrítico de la investigación, Memoria Activa, que se vio reforzada por el veredicto del Tribunal Oral Federal 3 que el año pasado declaró nula gran parte de la causa y liberó a los cinco principales acusados.
Se espera que el viernes se haga público un informe de un veedor de la Comisión, el chileno Claudio Grossman, que siguió en persona o a través de una empleada el juicio oral y, según fuentes del caso, redactó un informe de fuerte tono crítico hacia el rol que tuvieron en la investigación funcionarios de la década del `90.
El gobierno llegará a Estados Unidos con un escrito de 390 páginas en manos del ministro de Justicia Horacio Rosatti, el canciller Rafael Bielsa y el titular de la Unidad AMIA Alejandro Rúa y la intención de relanzar la pesquisa luego del cimbronazo que significó el fin del juicio oral con absoluciones y durísimas denuncias por corrupción en los `90.
Por eso se expondrá la decisión de seguir investigando y de retomar pistas dejadas de lado, como la que lleva a un colombiano, Samuel Salman El Reda Reda, mencionado como posible ideólogo del atentado.
Este hombre estaba casado con la argentina Silvina Saín, quien hacia 1994 trabajaba con el ex agregado cultural de Irán en Buenos Aires y ahora con pedido de captura internacional por AMIA, Moshen Rabbani. A su vez la hermana de Silvina, Karina, se casó con uno de los cinco hermanos de Samuel, Hussein.
Informes de inteligencia vincularon al clan con el movimiento fundamentalista islámico Hezbollah y su situación quedó complicada a raíz de los dichos de otra persona, una colombiana convertida al Islam que los ligó con Rabbani y a lo ocurrido en Argentina.
Además, en la causa consta que el 2 de julio de 1994 se llamó a un número en el Líbano, sindicado como perteneciente a una central de comunicaciones del Hezbollah, desde la casa de los padres de Saín en Buenos Aires. Este llamado es parte de un lote de comunicaciones sospechosas registradas en los días previos al ataque que causó 85 muertos.
«En procura de la profundización de esta línea de pesquisa es que en el marco del viaje a Washington con motivo de la audiencia, también la Unidad Especial va a concretar algunos encuentros con autoridades locales tanto para agilizar respuestas de Estados Unidos sobre diversa información que se le ha pedido «, explicó Rúa a Télam.
Esos informes se refieren a datos sobre llamados telefónicos detectados en los 18 días previos al atentado entre locutorios y otros números de Buenos Aires, a un número de la Triple Frontera y de allí al Líbano y a Estados Unidos.
Por ello se libraron exhortos a este país, Brasil, Paraguay, Líbano, la mayoría todavía sin respuesta.
La idea será también «tomar contacto con otra información de la inteligencia norteamericana sobre el caso, en el marco de tareas de relevamiento que se estuvieron llevando a cabo», concluyó Rúa.
El Reda Reda tiene legajo propio en la voluminosa causa por el atentado a la AMIA y allí constan diversos informes de inteligencia que lo vinculan al movimiento fundamentalista islámico Hezbollah, a operaciones en la Triple Frontera y dan cuenta de su ingreso a la Argentina
Los últimos informes, según la causa, ubicaban a la familia Saín -las dos hermanas y sus padres- en el Líbano, hacia donde emigraron dos años después del atentado a la AMIA. Hasta antes de AMIA, todos vivían en el barrio porteño de Flores y según se cree Rabbani «focalizó» en las hermanas «un proceso de captación».
La captura internacional de Rabbani fue dictada por el entonces juez del caso, ahora suspendido y a punto de ser sometido a juicio político, Juan José Galeano, entre otras cosas, porque se comprobó que a las 18.22 del 15 de julio de 1994 su teléfono celular se activó en cercanías del lugar donde ese día se dejó estacionada la camioneta que se usaría como cochebomba, a cuadras de la AMIA.
Fte El Independiente