Después de una jornada en la que se especulaba con la responsabilidad de la milicia chií libanesa de Hezbolá, un miembro de la dirección de Yihad Islámica, con sede en Damasco, y que insistió en ser identificado sólo con su apodo, Abu Tareq, dijo a la agencia The Associated Press que el ataque se perpetró como represalia por la violación de Israel a la tregua con los palestinos.
«El periodo de calma con la Autoridad (Palestina) fue un acuerdo de un mes y se ha terminado», afirmó Abu Tareq en conversación telefónica desde un lugar del Líbano que no precisó. «Israel no ha soportado el periodo de pacificación. Ésta es la razón principal que ha llevado a esta operación», añadió, sin precisar más.
No obstante, otros miembros de Yihad Islámica en los territorios palestinos negaron antes cualquier implicación de la organización en el ataque, tal y como hicieron los grupos militantes Hamás y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, éstas últimas integradas por disidentes del partido gubernamental Al Fatá.
Hezbolá, por su parte, desmintió «categóricamente» en un comunicado «las acusaciones que aluden a un supuesto papel» del movimiento en el atentado. Dos líderes locales de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa habían informado de que un alto miembro de Hezbolá admitió ante ellos haber reclutado al suicida que se inmoló a la entrada de la discoteca de Tel Aviv.