Nacido en Nueva York el 17 de octubre de 1915, Miller, que recibió un Pulitzer en 1949 por esa obra y otro por ‘Panorama desde el puente’, en 1955, y el Premio Príncipe de Asturias en 2002, falleció el jueves por la noche en Connecticut, acompañado por su familia.
El escritor es para muchos el dramaturgo más importante del siglo XX; para otros, el intelectual que sedujo a Marilyn Monroe. Arthur Miller supo trasladar a las tablas el conflicto del ser humano y el espíritu crítico.
Fue siempre un autor comprometido: arremetió primero contra el masificador antihumanismo norteamericano, se acercó al marxismo, para después criticarlo, se opuso activamente a la ‘caza de brujas’ del senador McCarthy y denunció la intervención estadounidense en Corea y Vietnam.
Su obra ‘Las brujas de Salem’ fue en realidad una denuncia contra las investigaciones del Comité de Actividades Antiamericanas, ante el cual tuvo que comparecer tres años más tarde. Curiosamente, se dio a conocer con una novela, ‘Focus’, publicada en 1945, aunque en 1947 su nombre ya sonaba entre los círculos teatrales gracias a ‘Todos eran mis hijos’.
Las obras de Miller se comenzaron a popularizar durante la depresión de los 30, que alumbró con dramas con un poder similar al de la tragedia griega.
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