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Itongadol.- Con la participación de 40 familias, AMIA lanzó recientemente el ciclo 2016 de su programa "Aprendiendo en Casa – HIPPY”, una iniciativa que se inició en el año 2009 con el fin de ayudar a fortalecer la capacidad de los padres para involucrarse de manera proactiva en la educación de sus hijos.
La presentación tuvo lugar en el jardín comunitario "El Rincón de Damián", ubicado en el barrio Nicole, en Virrey del Pino, partido de La Matanza. En la inauguración del ciclo, las familias participantes recibieron el material didáctico con el que trabajarán a lo largo del año, y conocieron al equipo de tutoras que guiarán la tarea.
“Aprendiendo en Casa – HIPPY” es una iniciativa del Departamento de Programas Sociales de AMIA, que ayuda a padres de niños de 3, 4 y 5 años en situación de vulnerabilidad social a preparar a sus hijos en sus casas para que la adaptación a la escuela se pueda realizar de manera exitosa.
Padres e hijos participan del proyecto coordinados por un grupo de tutoras que los visitan en sus domicilios y que, además de brindarles materiales didácticos, guían a los padres en las tareas que deben realizar con sus hijos.
“Este programa tiene como objetivos principales el mejoramiento de los resultados escolares de niños de hogares en situaciones vulnerables, fortalecer el vínculo padres-hijos y el rol de los padres como educares”, destacaron desde el área de Infancia de AMIA.
El proyecto actualmente alcanza a familias del conurbano bonaerense, con quienes se trabaja en alianza con la Fundación Navarro Viola; y a diferentes barrios de la ciudad de Buenos Aires.
En el año 2014, el programa “Aprendiendo en Casa – HIPPY” fue seleccionado por Ashoka y la Fundación Lego como uno de los 30 mejores programas pioneros basados en el “Aprendizaje a través del Juego”, entre 630 propuestas de 68 países. El proyecto de AMIA fue el único premiado de la Argentina.
La importancia del programa radica en que el mismo permite construir ambientes de aprendizaje constructivos en ámbitos socialmente vulnerables. “El programa pone al hogar, a los padres y a los niños en un lugar de valorización respecto al saber. Esto genera un impacto muy positivo porque ayuda a todos los actores a transitar con herramientas y recursos la etapa de la escolarización”, explicó Nora Blaistein, directora del Departamento de Programas Sociales de AMIA.