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Itongadol/AJN.- Sociedad Hebraica Argentina presentó ayer las nuevas instalaciones de su sede en Belgrano, ubicada a pasos de Cabildo y Federico Lacroze, e invitó a todos sus socios recorrerlas. Además presentó el proyecto de edificación que, de ser aprobado, incluirá tres salones, un auditorio y un cineteatro.
En diálogo con la Agencia Judía de Noticias, su presidente, Diego Dinitz, y su director ejecutivo, Sergio Kuchevasky, hablaron sobre la nueva iniciativa y resaltaron el valor de que se enmarcara en el 90º aniversario de la institución.
¿Qué significa fundar una sede en Belgrano?
Diego Dinitz: Tiene dos grandes conceptos. El primero es la idea, las ganas, el deseo de tener una sede allí. Esto arrancó como un sueño hace muchos años, inclusive se llegó a comprar un terreno en la calle Echeverría que no pudimos hacer debido a quejas de grupos de vecinos de extrema derecha, muy nazis. Estaban en contra de que hubiera una institución judía en la zona. Nuestra conducción lo concretó y eso dio lugar a un gran paso, a un sacrificio enorme, a un consenso tanto de quienes ejercemos coyunturalmente la conducción como también de parte de los profesionales. El segundo concepto es una emoción enorme, uno se siente como que está fundando una nueva etapa de la institución. Le ponemos mucha fuerza, ganas, tenemos proyectos. Y en una Argentina complicada, como es nuestro país, y en una comunidad que en muchos puntos está muy achatada, sin proyectos, conducción, una brújula, donde todos se pelean con todos y están divididos, nosotros hemos logrado que la familia Hebraica esté detrás de un proyecto motivador que le da pasión, mística, que demuestra que esto se puede hacer.
¿Cómo beneficiará la ubicación de la sede al socio?
DD: Primero le agrega valor a su carnet porque hoy en día el 80% de los socios de la institución no va a la sede de Sarmiento debido a que Once se ha convertido en una zona complicada y la gran mayoría vive en esta zona hace muchos años. Gente que no va nunca a Sarmiento va a tener un valor agregado muy importante que no es solamente Pilar sino que tendrán un lugar para desarrollar actividades a pocas cuadras de su casa. Además este lugar estará abierto a toda la comunidad, con lo cual pensamos que vamos a recuperar a muchos judíos no institucionalizados que viven en esta zona que creo que se van a asociar porque las actividades van a ser atractivas. Es un punto de encuentro muy lindo.
¿De qué se tratará la oferta de actividades?
DD: Esperamos hacer actividades socioculturales todos los días, todas las noches y sábado y domingo. Esto es algo que es muy fuerte. La gente de la tercera edad que no se traslada puede venir a nuestra institución a divertirse y jugar. Hay todo un esquema para aprovechar.
¿Cuál será la estructura edilicia?
DD: Hay una planta baja y dos pisos más que serán recicladas. Ganaremos una tercera planta al cerrar la terraza. Aproximadamente estaremos en casi 900 mts2 cubiertos más 100mts2 descubiertos. La gente se va a poder trasladar, va a ser un lugar muy lindo y amigable. Se recibirá a socios y no socios con una sonrisa. Nuestra institución cumple 90 años en abril. Es una institución laica pluralista. Son todos bienvenidos, todas las corrientes. No hacemos distinción de si piensan de una manera u otra, o a qué sinagoga van. Es una apertura única.
¿Cómo se posiciona la institución con respecto a la oferta de actividades judaicas que hay en la zona?
DD: Será una oferta que, sin competir con el tema religiosa, podrá tener un viernes un Kabalat Shabat laico y pluralista. Hebraica está abierta, no solos sus puertas sino su corazón, para facilitar que los socios y no socios vengan, disfruten y tengan un marco de contención, un lugar donde expresarse libremente, un lugar judío.
¿Qué significa cumplir 90 años y ver celebrar el aniversario con esta sede?
Sergio Kuchevasky: Es reproducir un poco lo que pasó cuando se fundó la institución. Nos encontramos con un trabajo enorme atrás y una responsabilidad enorme encarando el futuro de los próximos 90 años de la institución con un nuevo lugar, un espacio distinto, vanguardias. Hebraica se caracterizó por ser vanguardista en todas sus propuestas. En la educación no formal comenzó con los grupos de danzas judías cuando no había ninguna institución que las hiciera. Y esta sede significa una puesta profesional muy fuerte. Es un gran desafío y el lugar donde todo el mundo quiere estar.
La institución tiene cuestiones muy particulares, ¿dónde está su legado?
SK: El legado lo acabamos de poner en nuestro escudo, que habla de la mística y la pasión, y pone a propósito el número 1926, momento en el que se crea la institución. Tenemos un futuro de cambio, al que queremos apostar fuerte, y también una historia hermosa que nos encanta contar.
Hebraica fue garante y veló por los argentinos del país en tiempos muy difíciles, y hoy se abre esta sede, que se contrapone con la historia que contó el presidente.
SK: Creemos que hay una sociedad que ha cambiado a lo largo del tiempo y tenemos la obligación de acomodarnos a esos cambios y apostar con lo mejor que podemos hacer. Buscamos colocarnos en una situación de abrir puertas, sumar a todos los judíos que quieran participar de nuestras actividades. Esto no tiene que ver con competencias comunitarias tristes, tienen que ver con la historia de Hebraica. Cuando uno escucha que muchos pasaron por aquí realmente se mueve lo más íntimo. Para nosotros es un orgullo participar y encarar el futuro de esta manera es muy importante.
¿Cómo unimos las generaciones anteriores con los jóvenes en la argentina de hoy?
Me parece que más lindo que tiene Hebraica es la historia y el futuro. Tenemos la historia de nuestros abuelos que nos dejaron esta hermosa institución y creo que los chicos ya entienden y garantizan la continuidad de la institución. Los dirigentes todos tienen puesta la camiseta