Se trata de 34 oficiales, entre ellos jefes de varios batallones de la compañía Biniamin del Ejército en Cisjordania, quienes han firmado la carta por considerar que una orden así será «ilegal pues sobre ella flamean banderas negras», a pesar de ser una decisión del Poder Ejecutivo y contar con la aprobación del Parlamento.
El comandante de la compañía, teniente general Miky Edelstein, citó a los firmantes, todos ellos reservistas, y les advirtió que si no se retractan serán dados de baja de las Fuerzas Armadas.
Los oficiales, que recibieron un plazo de 24 horas para pensar en su decisión antes de ser dados de baja, afirman que la orden de evacuación de Gaza, que deben recibir en julio próximo, irá en contra de su conciencia.
Legisladores de los partidos de centro a izquierda exigían desmantelar la compañía Biniamin, la mayoría de cuyos reservistas en funciones de jefatura, residen en asentamientos de Cisjordania.
La carta de los oficiales coincide con una serie de llamamientos a la insubordinación por parte de los líderes de los colonos a los soldados que estén afectados con el desalojo de unos 8.000 de ellos de los 21 asentamientos de Gaza, y cuatro de Cisjordania.
El primer ministro israelí, Ariel Sharón, llamó «delincuentes sociales» a los que instigan a la rebelión contra las autoridades militares, y advirtió ayer que ello puede poner en peligro «la existencia misma de Israel» de cundir la insubordinación.
Varios oficiales en activo y en la reserva de la Fuerza Aérea israelí fueron dados de baja el año pasado por firmar una declaración en protesta por ataques contra milicianos palestinos de Gaza debido al alto número de víctimas entre los civiles.
Sharón llamó a los extremistas que instigan a la rebelión entre los militares contra la evacuación, a «dejar fuera de la política a las Fuerzas Armadas» por cuanto se trata de un Ejército en el que sirven soldados y reservistas de todos los sectores del pueblo.