El terremoto en el sudeste de Asia provocó una de las peores tragedias en la historia de la humanidad. Olas de inmenso tamaño y gran fuerza inundaron las costas de varios países, y causaron miles de muertos. Las historias, que narran los supervivientes son diversas como, por ejemplo, que el mar se retiró repentinamente dejando en seco grandes extensiones y, luego, regresó con enorme fuerza causando la destrucción y la muerte.
Una descripción prácticamente idéntica aparece en la Biblia. En el libro de Éxodo, capítulo 14, versículos 21 a 28, relata que cuando los israelitas estaban frente al Mar Rojo las aguas se retiraron, lo cual les permitió pasar al otro lado caminando sobre el ahora seco piso del mar. Mientras el ejército egipcio trataba de seguirlos, las aguas regresaron con gran fuerza, y los soldados se ahogaron.
Los geólogos atribuyen el fenómeno ocurrido en el Mar Rojo a fuerzas naturales y no a un milagro divino. En el XV antes de la era común, un terremoto de gran fuerza destruyó la isla volcánica Thera, en el Mar Mediterráneo causando un tsunami que arrasó la isla de Creta y destruyó la civilización minoica Según algunos historiadores esa fecha coincide con la fecha del éxodo de Egipto.
Tsunami (del japonés tsu: puerto o bahía, nami: ola) es una ola o serie de olas que se produce en una masa de agua al ser empujada violentamente por una fuerza que la desplaza verticalmente. Este término fue adoptado en un congreso de 1963. El término correcto en castellano, según el Diccionario de la Real Academia, es maremoto.
La isla griega Santorini, en forma de media luna, es lo que queda de Thera, que era redonda. Su hundimiento y la desaparición de la civilización minoica dieron origen a la leyenda del desaparecido continente Atlantis.
Fte Cidipal