BBC.-La visita que el primer ministro británico, Tony Blair, lleva a cabo esta semana al Medio Oriente podría conducir a la celebración de una limitada forma de conferencia que definiría el liderazgo palestino posterior a Yasser Arafat.
Hamas ha llamado a los votantes a boicotear las elecciones palestinas.
Esa conferencia -que podría desarrollarse en Londres en febrero próximo tras las elecciones palestinas del 9 de enero- quizás no reactive las negociaciones de paz, pero podría allanarles el camino.
La idea es estimular al nuevo liderazgo palestino para que inicie reformas, tome las riendas de la seguridad y asuma una posición negociadora con la parte israelí.
Esto traería aparejado un apoyo político internacional y ayuda financiera para el próximo líder palestino.
La retirada israelí de Gaza es vista como una esperanza para el establecimiento de un liderazgo palestino moderado, pero igualmente existe el temor de que los extremistas del Hamas se impongan.
Por esta razón es que se hacen esfuerzos para afianzar esa esperanza y disipar esos temores.
Apoyo estadounidense
La conferencia, o el encuentro (encuentro es la denominación preferida por aquellos que desean remarcar sus objetivos limitados) contará con la presencia de representantes de Europa y EE.UU.
Aunque desde luego estarán los palestinos y quizás haya presencia de gobiernos del Medio Oriente, no asistirán los israelíes.
Algunos opinan que con esta reunión Tony Blair -quien debería convocará a elecciones generales en los primeros meses del año entrante- se está protegiendo de quienes lo acusan de falta de independencia con respecto a EE.UU. en cuanto a la política con el Medio Oriente y el mundo árabe.
Blair convocó a otra reunión palestina en enero de 2003.
Blair intentó hacer lo mismo en enero de 2003, antes de que comenzara la guerra en Irak, cuando invitó al liderazgo palestino a discutir en Londres los temas de la reforma palestina.
Como Israel impidió la asistencia de los palestinos, el encuentro se convirtió en una videoconferencia, y pasó rápidamente al olvido a medida que el mundo se adentraba en la realidad de la guerra.
En cuanto al próximo encuentro londinense, el presidente de EE.UU. George W. Bush, ha manifestado su apoyo, y ésto se debe a que los puntos de la agenda son muy concretos.
El premier logró que el presidente apoyara un proceso de cinco pasos hacia el reestablecimiento de las negociaciones de paz.
Reafirmación del principio de dos Estados como solución del conflicto.
Apoyo a las elecciones palestinas.
Apoyo a las nuevas instituciones palestinas.
Aplicación del plan entrega de Gaza por parte de Israel.
Progreso en el camino hacia la aplicación de la Hoja de Ruta, el plan de paz para Medio Oriente.
El Reino Unido ya está trabajando con los palestinos en la reorganización y reducción de sus fuerzas de seguridad. Gran Bretaña ha equipado un puesto de control con ese fin en Ramala y establecerá otro en Gaza.
¿Carta blanca para Blair?
El encuentro buscará también concretar las promesas de asistencia económica hechas a los palestinos.
El periódico The New York Times informó recientemente que países europeos y EE.UU. ofrecen entre US$6.000 y 8.000 millones en un plazo de cuatro años si la administración palestina se comporta con moderación y combate la violencia.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, está de acuerdo con el plan, aunque -según voceros israelíes- no ha autorizado a nadie a acudir a la cita de Londres.
Sharon no envia epresentante a Londres
Tony Blair seguramente estimulará a Sharon a coordinar con los palestinos la retirada de Gaza, algo que Sharon ya dijo que haría.
Los israelíes definen a Blair como «amigo de Israel» y este tipo de amigos generalmente tienen carta blanca mientras no se inmiscuyan demasiado en las negociaciones reales.
Al igual que Bush, Sharon quiere que el centro de mira de la reunión esté en los palestinos y no en los israelíes.
Sharon se negó a apoyar una conferencia que sea vista como un intento de «saltarse» la primera fase de la Hoja de Ruta.
Esta primera fase llama a los palestinos a terminar con las acciones violentas y a los israelíes a terminar con los asentamientos.
Una conferencia internacional tendría que acelerar la fase dos, que lleva a la creación de un estado palestino provisional, pero portavoces británicos han dicho que la reunión de Londres no tiene esos fines.
Los palestinos, a su vez, intentarían ampliar los objetivos de alcance de la reunión para censurar la ocupación israelí.
Cada parte, por lo tanto, tiene sus propias razones para estar, o no estar, presente en Londres.
Paul Reynolds
BBC, analista internacional
BBC News/ Kol Media