Los pobladores de las alturas del Golan despertaron la mañana de sábado y vieron sus calentadores solares de cristal rotos en pedazos por la helada, que son los que les permite utilizar energía solar para calentar el agua. «Vimos toda la huerta quemada por la helada, tendremos que volver a cosechar todo de nuevo», dijo el portavoz de los granjeros del valle de Jordania, que estimó el daño en 30 millones de shekels ($7 millones de dólares). Sin embargo, hay cosechas, como la de cerezas, que necesitan las temperaturas frías de invierno. El pronóstico indica que si bien las condiciones del tiempo mejorarán en los próximos días, las temperatura seguirían siendo más frías que las de costumbre. La helada del viernes se presentó sin precipitaciones, pero una llovizna ligera se predice para los próximos días. Dos importantes tormentas han golpeado Israel este año, levantando los niveles del lago Kinneret (mar de Galilea), generando temor a que finalmente pueda revalzar por lo que la autoridad nacional del agua ha tomado medidas preventivas.
Fuente: Arutz Sheva
Traducción: Romina Gluck