Itongadol.- El sacerdote Luis Anaya, decano de la Facultad Teresa de Ávila de la Universidad Católica Argentina en Paraná, y el doctor Roberto Krochik, titular de la filial Paraná de la asociación B´nait B´rith, encabezaron la ceremonia interreligiosa que se realizó ayer por la tarde en la sede paranaense de la UCA, en calle Buenos Aires, al cumplirse 77 años de la Noche de los Cristales Rotos.
La Noche de los Cristales Rotos, el 9 de noviembre de 1938, es definida por la comunidad judía como la noche más negra que recuerde la historia moderna, la noche en que el régimen nazi encendió la mecha del antisemitismo alemán, en la que alrededor de 300 sinagogas y decenas de miles de comercios y de casas de judíos fueron dañados o destruidos.
A 77 años de esa simbólica fecha, referentes de las comunidades religiosas católica y judía de Paraná compartieron ayer por la tarde una ceremonia interreligiosa que se realizó en la parroquia Nuestra Señora del Rosario de la UCA, ubicada en calle Buenos Aires, en el microcentro de la capital entrerriana.
Los representantes religiosos llamaron a rezar juntos por la paz y compartieron oraciones durante la ceremonia, a la que se adhirieron con sus mensajes el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari, y el rabino de Paraná Sebastián Vainstein, quienes no pudieron estar presentes en la celebración por no encontrarse en la ciudad.
El padre Luis Anaya y el representante de la B´nait B´rith Roberto Krochik destacaron el significado del encuentro entre representes de ambas comunidades ante una fecha tan significativa para pedir por la paz en el mundo.
“Es una celebración interreligiosa de judíos y católicos para recordar los 77 años de la Noche de los Cristales Rotos, cuando el nazismo empezó a atacar fuertemente al pueblo judío en Alemania y parte de Austria. Hoy nos juntamos con nuestros hermanos judíos para poder pedir al señor juntos por la paz. Estos hechos son muy lamentables pero nos sirven para poder reflexionar, poder asumir actitudes a favor de la humanidad, y permiten esta unidad”, indicó Anaya en diálogo con EL DIARIO.
El sacerdote indicó que “este tipo de ceremonia se viene realizando hace muchos años en Buenos Aires, pero en Paraná nunca se había hecho, por eso cuando me llamó el doctor Roberto Krochik, que es el presidente de la asociación B´nait B´rith, me encantó la idea”.
“Es la primera vez que esta ceremonia interreligiosa se hace en Paraná y ojalá que lo hagamos todos los años. Convocamos a las entidades judías y católicas. Pero otros años llamaremos a los protestantes”, indicó Anaya.
Por su parte, el presidente de la filial Paraná de la asociación B´nait B´rith, Roberto Krochik, en diálogo con EL DIARIO definió a la
Noche de los Cristales Rotos como “el inicio en Alemania y Austria de la persecución a los judíos, pero también a los cristianos, a los católicos, a los testigos de Jehová, a los gitanos, a los polacos, a los niños, a los ancianos, a los enfermos”.
“Esta ceremonia por primera vez se realiza en Paraná. En Buenos Aires se realiza desde hace varios años, por iniciativa de la B´nait Brith y con la participación de Bergoglio, hoy papa Francisco”, expresó.
Krochik definió el encuentro de ayer como “una ceremonia interreligiosa, interconfesional y ecuménica, para bregar todos por la paz en el mundo, sin discriminación de ninguna índole, en la que participan instituciones judías y católicas de Paraná”.
Krochik expresó durante la ceremonia que “los integrantes de todas las religiones amantes de la paz y la libertad estamos unidos por un
solo sentimiento de amor solidaridad, fraternidad, conmemorando una noche de barbarie y destrucción que jamás el mundo civilizado hubiera permitido que ocurriera”.
Por su parte el rabino de Paraná, Sebastián Vainstein, en alusión a la Noche de los Cristales Rotos manifestó a través del mensaje que fue leído durante el acto interreligioso que “debemos impedir que la historia se repita nuevamente, aunque por desgracia aún existen personas que niegan la existencia de la Shoah (holocausto)”.
TRÁGICA NOCHE. La Noche de los Cristales Rotos, ocurrida el 9 de noviembre de 1938, es considerada por la comunidad judía como la noche más negra que recuerde la historia moderna, la noche en que el régimen nazi encendió la mecha del antisemitismo alemán.
Durante esa noche, alrededor de 300 sinagogas y decenas de miles de comercios y de casas de judíos fueron dañados o destruidos, lo que significó sólo el inicio de la persecución, con consecuencias que se extendieron mucho más allá en el tiempo, pero no sólo con los judíos, sino también con los cristianos, Testigos de Jehová, gitanos, eslavos, ancianos, niños, minusválidos. Con todos aquellos que no tenían sangre aria.
Siete años después, en 1945, al terminar la guerra la cifra de víctimas varía. Algunos historiadores lo circunscriben a lo sucedido entre los judíos y el Tercer Reich (unos 5,8 millones de víctimas). Otros estudiosos consideran que debe aplicarse también a las víctimas polacas y a otros pueblos eslavos y gitanos. Un tercer grupo amplía el término para que abarque también a los cristianos –la mayoría de ellos sacerdotes–, los disminuidos físicos y mentales y los Testigos de Jehová, de modo que se estima un total entre 11 o 12 millones las víctimas del Holocausto. La actual jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, desde su asunción y especialmente durante el transcurso del año 2013 –en oportunidad de conmemorarse los 75 años de la Noche de los Cristales Rotos– pidió a todos sus conciudadanos que no toleren ninguna forma de antisemitismo. Dijo Merkel: “El 9 de noviembre de 1938 fue uno de los momentos más sombríos de la historia alemana que, desafortunadamente, continuó de forma aún más dramática con la Shoah”. Y agregó: “Toda la gente de este país debe dar muestras de valentía cívica para que no se tolere ninguna forma de antisemitismo”. Muchos otros líderes del mundo se han expresado en el mismo sentido.
AL MARGEN
La B´nait B´rith “es una ONG que nació hace 150 años en Washington, Estados Unidos, brinda servicios a la comunidad en general y en especial a la comunidad judía”, recordó el presidente de su filial en Paraná, Roberto Krochik.