Según los medios, los responsable militares estiman que Sharon debe hacer «gestos» para ayudar a Abbas y a Ahmad Qurei, el actual primer ministro, a que «aseguren su poder» con el objetivo de evitar que los territorios palestinos se hundan en el caos.
«A partir de ahora hay una oportunidad para aprovechar que no debe dejarse escapar por segunda vez», afirmó un alto responsable de Relaciones Exteriores israelí que pidió permanecer en el anonimato. El responsable hacía alusión a la negativa de Sharon de hacer la más mínima concesión a Abbas cuando éste fue nombrado primer ministro palestino en abril de 2003.
En aquel entonces, Abbas renunció al cabo de cuatro meses por tres razones principales: no lograr que Yasir Arafat le otorgase el control de los servicios de seguridad, no lograr la liberación de prisioneros palestinos y no conseguir un alivio del bloqueo de los territorios por parte de Sharon.
Incluso antes del brusco deterioro del estado de salud del presidente de la Autoridad Palestina, el general Moshe Yaalon, jefe de Estado Mayor israelí, había lamentado en julio pasado la intransigencia demostrada por Sharon frente a Abbas, partidario declarado del cese de la lucha armada.