El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Sylvan Shalom, afirmó hoy que su país no espera presiones del futuro presidente de Estados Unidos.
«Hasta ahora hemos cooperado con todas las administraciones estadounidenses, y seguiremos haciéndolo. No pienso que sea necesario presionar, pues Israel puede avanzar por el camino de la paz», declaró Shalom a la radio militar.
Según la radio, un informe del Ministerio de Asuntos Exteriore prevé presiones estadounidenses sea cual sea el próximo presidente. Tales presiones serían en particular sobre el desmantelamiento de las colonias instaladas sin autorización del Gobierno en Cisjordania, prometido en varias ocasiones por el primer ministro, Ariel Sharon.
Este documento prevé también que en el futuro Estados Unidos podría vacilar en ejercer su derecho a veto en favor de Israel en el Consejo de seguridad de la ONU, agregó la radio.
Por su parte, el embajador de Israel en Estados Unidos, Danny Ayalon, afirmó que no está al tanto de la existencia de este informe. «No está prevista ninguna presión», dijo a la radio.
El comentarista de la radio militar afirmó que Sharon, si bien se abstuvo de expresar la menor preferencia en público, estaría «muy contento de una victoria» del presidente saliente George W. Bush, su candidato favorito de lejos.
Paradójicamente, hace cuatro años, Bush provocó desconfianza en Israel, debido a sus relaciones privilegiadas con el lobby petrolero y por el hecho de que su padre estaba considerado un proárabe. No obstante, Bush entregó un apoyo sin precedentes al Gobierno de Ariel Sharon, llegando incluso por primera vez a considerar legítimo que se mantengan las colonias en Cisjordania.