En la búsqueda de sol, comfort y buenos arreglos de propiedad los ingleses estuvieron comprando departamentos y edificios de oficinas, en Israel, en los últimos años.
«Algunos de los compradores buscan un segundo hogar aquí, donde el valor de las propiedades no es tan grande como en Inglaterra», aseguró Jonathan Kalman de Nolton Holdings, una firma nacional de la que es dueña el grupo Shreiber de Gran Bretaña.
«Muchos de los compradores ingleses tienen sus casas muy bien equipadas y quieren abrir sus perspectivas buscando un segundo hogar en Israel», sostuvo Kalman.
El británico medio tiene propiedades que valen un millón de libras y quiere liberar algo de ese capital, acordó Alan Deco, Co-manager de Capital Property Consultants, una firma de Jerusalem que representa parte del proyecto de lujo Mamilla, cerca de la ciudad vieja.
«Tengo un gran número de clientes que vienen a Israel cada ocho semanas a visitar a sus nietos y a pasar las vacaciones aquí», dijo Deco. «Sus mayores intereses son los departamentos en Hertzlia y Netania, con vista al mar, y algunos en Jerusalem. Otros solo quieren un lugar donde descansar».
Sin embargo, los intereses de judíos franceses y estadounidenses siguen representando un porcentaje mayor al de los británicos, aseguró Isaac Levy, empresario de bienes raíces. «Los franceses están más preocupados por el antisemitismo y los norteamericanos son más ortodoxos».
El manager general de la agencia de Bienes Raíces de Netania explica el fenómeno inglés. «No son personas haciendo aliá. Están comprando segundos hogares, lugares de vacaciones, posiblemente para cuando se retiren, y solo se interesan por propiedades con vista al mar. Están buscando sol, playa, vistas y un corto viaje en avión».
Fuente: Jerusalem Post
Traducción: Leila Mesyngier