El argumento de que «no hay compañero», en alusión a la ausencia de un poder palestino sólido con el que se puedan tomar decisiones, «constituyó la base de la política exterior israelí durante los pasados cuatro años y justificó el rechazo a negociar con la Autoridad Palestina». Esta idea «se irá con él», en referencia a Arafat.
«El plan de retirada unilaterial del primer ministro Ariel Sharon perderá la justificación central para su existenca: la falta de un compañero palestino», indica el diario en su análisis, en el que advirte de que, apenas un día después de la decisión en el Parlamento (Knesset) de apoyar el plan de Sharon, la escena política parece haber cambiado considerablemente.
En este sentido, el diario recuerda las palabras en las que el ministro de Exteriores, Silvan Shalom, propuso posponer la aprobación del plan hasta que la Autoridad Palestina cuente con un liderazgo sólido.