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Itongadol.- Anoche se llevó a cabo el tradicional acto que los jóvenes de la comunidad judía de la Argentina efectúan en Arroyo y Suipacha la noche previa al acto central conmemorativo del atentado que destruyó la sede diplomática del Estado de Israel en Buenos Aires el 17 de marzo de 1992. Este fue organizado por la Mesa de Juventud de la AMIA.
Varias centenas de jóvenes se congregaron ocupando la bocacalle y el frente de Arroyo, donde se encontraba el predio, que hoy en día es la Plaza Embajada de Israel, bajo el lema “El terror destruye, la juventud construye” y observaron, sentados en el suelo, un cortometraje titulado “Cicatrices: marcas de la memoria” en el que sobrevivientes, vecinos y transeúntes cuentan sobre lo que vivieron hace 23 años y cómo los afectó. Dirigido por Leonardo Linkovsky, el cortometraje fue pensado y desarrollado por Javier Basevich, quienes, junto a Jorge Cohen explicaron, luego de su proyección cómo se gestó y se llevó a cabo.
Durante el evento se prendió un Ner Zicaron (vela de recordación), se efectuó un minuto de silencio y se entonó la tradicional oración judía Kel Male Rajamín, en homenajes a las víctimas fatales.
El acto contó con la presencia de la embajadora de Israel en Argentina, Dorit Shavit, y dijo: “El 17 de marzo de 1992 explotó todo, fue un coche bomba que logró, nadie sabe cómo, infiltrarse y se detonó. Nuestros corazones están con los heridos, que tienen sus cicatrices hasta el día de hoy”.
“Este atentado, este ataque terrorista, fue perpetrado por Hezbolá, lo que es claro para todos nosotros. Hezbolá en árabe significa el partido de Dios, y estoy segura, convencida, de que Dios no quiere víctimas, no quiere que fieles maten a otros fieles. Esa no es la finalidad de ninguna religión. Los terroristas quieren imponer sus leyes y su religión a otros y su finalidad es crear pánico. Sabemos bien que Hezbolá es uno de los hijos adoptivos de Irán, que es un país terrorista, en el que sus líderes declaran claramente, explícitamente y en voz alta, que quieren aniquilar, destruir, acabar, con el Estado de Israel. Un Estado que niega el Holocausto y viola derechos humanos de sus propios ciudadanos. Es un país que financia y capacita a los terroristas”, resaltó.
Por su parte, el ministro israelí de Agricultura y Desarrollo Rural, Iayr Shamir, quien vino a la Argentina para participar en los actos conmemorativos del 23º aniversario del atentado a la Embajada del Estado de Israel, dijo: “Vine a Buenos Aires para rendir homenaje a los caídos y a sus familias, víctimas del malvado ataque terrorista, y también para expresar la identificación con las víctimas del atentado perpetrado dos años más tarde contra la comunidad judía, AMIA. Estamos aquí para brindar nuestro apoyo a los heridos cuyas cicatrices no son sólo físicas sino espirituales. Venimos hoy a decirles estamos aquí para ustedes”
“Ambos atentados constituyen un solo atentado, ambos fueron dirigidos contra el pueblo judío y contra el Estado de Israel. No debemos olvidar esto. Lamentablemente este año todos experimentamos una tragedia adicional con la muerte del fiscal Alberto Nisman z’l (bendita sea su memoria), que pagó con su vida el honesto intento de llegar a la verdad y tratar de llevar a los criminales a la justicia. Hasta hoy los culpables no fueron sometidos a juicio, la noria de la justicia sigue girando pero no hay decisión alguna, no vimos que se hiciera justicia. Pero nosotros no descansaremos ni olvidaremos hasta que la justicia sea hecha”, resaltó.