Se intitula de «cargada de simbolismo» la primera visita de un jefe de Estado israelí a Austria. Los dos presidentes, Moshé Katzav y Heinz Fischer, subrayaron que los problemas en las relaciones bilaterales entre Israel y Austria, «forman parte del pasado». Fischer fue quien, en conferencia de prensa, habló del carácter «simbólico» de la visita destacando que la Austria oficial «rechaza el antisemitismo en cualquier forma».
«Lento acercamiento», 2
Señaló al proceso del lento acercamiento que se inició en 1993 con el entonces canciller federal socialdemócrata Vranitzky. A la pregunta al presidente israelí de «qué ha cambiado en Austria desde el comienzo de la coalición popular-liberal, en el año 2000, dijo que en las relaciones bilaterales quiere hablar del futuro. En ese año, Israel había retirado a su embajador en Viena en relación con la participación del FPÖ de Jörg Haider en el gobierno.
Corresponsabilidad de «austriacos» de crímenes nazistas, 3
El presidente Fischer reiteró que «austriacos fueron corresponsables» de crímenes cometidos en la época nacionalsocialista, una responsabilidad, dijo, «que no se pronunció con la debida claridad al comienzo de la II República de Austria, en 1945. Por otro lado, Fischer condenó el terrorismo e hizo un llamamiento a los israelíes y palestinos a «regresar a la mesa de negociaciones». Dijo que Austria y la UE están convencidos de que una solución duradera solo será posible mediante negociaciones y que deben suspenderse intentos de una solución militar. En Austria, el presidente israelí visitará el ex campo de concentración nazi de Mauthausen – donde también fallecieron miles de soldados españoles republicanos, dicho no solo de paso – y depositará una corona de flores en la vienesa Plaza de los Judíos.
Fte Cidipal y oe1.orf.at