Los turistas israelíes fueron objetivo de un ataque de Al Qaeda en noviembre de 2002, cuando 15 personas murieron en la explosión de una bomba en un hotel en Kenia.
Hamás, el principal grupo extremista palestino que está detrás de una campaña de atentados suicidas y ataques con cohetes contra israelíes, negó haber participado en los atentados de Egipto, pero los calificó de «resultado natural de la agresión sionista y los crímenes contra el pueblo palestino».
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, convocó una reunión de emergencia de su gabinete.
Las agencias de seguridad israelíes habían advertido a los turistas de que no visitasen destinos turísticos egipcios en el Mar Rojo, diciendo que podrían ser blanco de ataques palestinos o de grupos islámicos internacionales.
Unos 10.000 israelíes estarían en Sinaí, un destino popular y económico, por una festividad judía. El Ministerio israelí de Asuntos Exteriores estaba planeando evacuar a todos sus ciudadanos en las próximas horas.
Con diferencia de minutos, otras dos explosiones sacudieron a playas populares entre mochileros cerca del destino vacacional de Nuweiba, a unos 60 kilómetros al suroeste de Taba.
Autoridades israelíes dijeron que 23 cadáveres habían sido recuperados de los escombros del Hilton y dos de uno de los campings. Israel Radio dijo que la cifra total de fallecidos era 31. Egipto dijo que tenía confirmados 22 muertos.
Reuters