Estocolmo. (Agencias).- La escritora austríaca Elfriede Jelinek, ganadora del Premio Nobel de Literatura 2004, ha sido premiada en reconocimiento a su «extraordinario entusiasmo estilístico que revela el absurdo de los clichés en la sociedad» y por su «corriente musical de voces y contravoces», según ha afirmado la Academia sueca. El año pasado, el prestigioso premio recayó en el sudafricano John M. Coetzee.
La austriaca es la décima mujer que ha sido premiada con el Nobel, después de la sueca Selma Lagerloef (1909), la italiana Grazia Deledda (1926), la noruega Sigrid Undset (1928), la estadounidense Pearl Buck (1938), la chilena Gabriela Mistral (1945), la alemana Nelly Sachs (1966), la sudafricana Nadine Gordimer (1991), la estadounidense Toni Morrison (1993) y la polaca Wislawa Ssymborska (1996).
Jelinek se mostró sorprendida por haber sido honrada con el galardón y señaló que lamentablemente no podrá recogerlo personalmente en diciembre por motivos de enfermedad. En declaraciones a la radio pública sueca, Jelinek dijo que el premio constituye para ella una «sorpresa y un gran honor».
Siguiendo su talante crítico hacia su país natal, la escritora, de 57 años, subrayó que no creía que Austria, pueda colocarse el premio «como flor de ojal». Jelinek explicó que no podrá viajar a Estocolmo el 10 de diciembre para recoger el premio por motivos de enfermedad. «En estos momentos no me puedo presentar en público», dijo sin dar más detalles.
Una creadora entre la polémica y la renovación
Jelinek es desde hace años una de los autoras más prestigiosas en alemán por sus experimentos en el plano literario y su crítica social. Su fama se debe tanto a sus virtudes literarias como a su activo papel como polemista, en especial, contra la hipocresía de la sociedad austríaca y el anterior gobierno de coalición entre los conservadores y los populistas de derechas de Joerg Haider, víctima de sus dardos más afilados.
Hija de un judío checo y una austríaca de familia acomodada, Jelinek nació en 1946 en Muerzzuschlag, en la provincia de Estiria; cursó estudios de piano, órgano y composición desde edad temprana y, al acabar el Instituto, se matriculó en Ciencias del Teatro e Historia del Arte en la Universidad de Viena.
Sin embargo, abandonó sus estudios en 1967 para dedicarse a su pasión literaria, plasmada ya en su primer libro de poemas, «Las sombras de Lisa», de ese mismo año, o en su novela inaugural, «Somos reclamos, baby» (1970).
Casada con Gottfried Huengsberg desde 1970, nueve años después hizo su debut teatral con «Lo que ocurrió después de que Nora abandonara a su marido o pilares de la sociedad».
Entre sus principales obras, figuran también «Las amantes» (1994), «El, no como él» (1998), dedicada al suizo Robert Walser; o «La pianista» (1988), adaptada al cine por su no menos controvertido compatriota Michael Heneke y que obtuvo el Gran Premio del Jurado de Cannes en 2001. En sus libros, aborda temas como la crítica social o el análisis de la condición femenina.
Su actitud crítica la emparienta con la tradición austríaca que ha tenido ilustres representantes como Elias Canetti o Thomas Bernhard y, como ellos, ha sido mejor comprendida fuera (en Alemania) que en su propio país.
Autora de guiones de cine e incluso de un libreto de ópera y traductora al alemán de escritores como Cristopher Marlowe, Jelinek ha recibido premios del prestigio del Georg Buechner, en 1998, la más alta distinción en lengua alemana.
Fte L.V.D