Itongadol.- Uno de los ejes con los que trabaja la creatividad el jardín de infantes Yeshurun Torá es el Arte. “En nuestro Gan (jardín), desde los inicios, la posibilidad de conectarse con la expresión plástica que está siempre presente”, expresó la vocera de la institución, Denise Jarak.
“Dibujar, amasar, imprimir y raspar, fueron y son para el ser humano una necesidad y un deseo por dejar signos gráficos, huellas personales.”
Los dibujos con cualquier tipo de herramienta o simplemente con las manos, sirvieron al hombre para dejar su impronta, y hoy los niños en las salas del Jardín, dejan sus trazos y grafismos con distintas técnicas plásticas.
En estas actividades creativas que el niño realiza, “exterioriza su mundo interno, su personal modo de ver y sentir”.
El arte “abre la posibilidad al niño de ver, preguntar, reflexionar, imaginar, crear y aprender”, explicó Jarak.
Las exploraciones y actividades plásticas planificadas en el Jardín están pensadas para enriquecer su imaginación, la expresión y la comunicación.
En la salas con chicos de 18 meses exploran con variadas espumas y dáctilo pintura. “El placer que les genera estas divertidas mezclas, les permite disfrutar y conocer el mundo, actuar sobre él, explorar y realizar diferentes acciones”. Estas adquisiciones que incorporan les dan la posibilidad de acceder a nuevos y más complejos campos de acción.
En la sala de 2 años, una época de “riquísimas adquisiciones motrices”, los chicos pueden accionar con algunas herramientas, pinceletas y rodillos, para dar color y textura en cada obra. Sus primeros rayones y grafismos les permiten utilizar una nueva vía espontánea de comunicación y expresión.
Estos aprendizajes los profundizarán a lo largo de toda la escolaridad, y les brindarán al lenguaje plástico la posibilidad de promover la capacidad de exploración al dibujar, pintar, modelar, construir. Así estimulan “la imaginación y la sensibilidad por el arte”.