Jacob, un joven religioso de Jerusalem, se estuvo preparando para el día más feliz de su vida durante semanas, pero el huracán Sandy tenía otros planes. El joven tenía previsto casarse con su prometida, una residente de Nueva York, el jueves, pero la enorme tormenta que se espera que llegue a la costa este de Estados Unidos los mantiene separados.
Los vuelos desde Israel a Estados Unidos, donde se realizará la boda, se retrasaron una y otra vez, haciendo que Jacob y algunos miembros de la familia aún sigan en Israel.
"La sonrisa emocionada se ha borrado de la cara del novio", dijo el padre de Jacob, David, en declaraciones al portal de noticias Ynet. "Ahora está muy estresado y no puede dormir por la noche. Estamos orando a Dios para que todo salga bien, pero la presión es grande", agregó.
El padre dijo que el vuelo hasta ahora se aplazó en dos ocasiones.
"Hay una gran incertidumbre. Tal vez mañana sabremos más", dijo David, y señaló que ni la familia quiere hacer retroceder la boda porque la ley judía prohíbe a menos que las circunstancias extremas están involucradas”, explicó.
No obstante si se mantiene la fecha y el lugar, Nueva York, todo puede postergarse mientras la tormenta siga causando estragos.
"Está todo reservado desde hace seis meses, pero quién sabe dónde podemos celebrar la boda después de la tormenta", dijo el padre del novio.
La situación se hace aún más exigente por el hecho de que la pareja ultra-ortodoxos no se puede comunicar antes de la boda, así que todos los acuerdos deben ser mediados por los padres.
Varados en luna de miel
Yoel Cohen, otro residente de Jerusalem, cuyo vuelo a Nueva York fue cancelado, dijo que estaba decepcionado porque no podía ir a la boda de un buen amigo en New Jersey.
"He estado esperando este viaje por un mes", dijo. "Yo tenía la intención de continuar desde Nueva York a Filadelfia y Las Vegas para reunirme con amigos. Pero ayer la agencia de viajes llamó y dijo que el vuelo se cancelaba, por lo que no fui al aeropuerto. ¿Qué podía haber hecho? No hay manera de que vaya a llegar a la boda de mi amigo”, lamentó el joven.
Mientras tanto, varios israelíes están varados en Nueva York y no pueden volver a Israel debido a las condiciones climáticas extremas.
"Nuestra sucursal cuenta con seis clientes que tenían previsto regresar hoy", dijo Edna Sabah, empleada de una agencia de viajes.
"Han llamado y enviado por un correo electrónico, y los miembros de sus familias llamaron a nuestra línea de emergencia", agregó. "No es fácil, tienen que hacer los arreglos para una estancia prolongada y encontrar alojamiento para una noche", explicó.
Unos 10.000 vuelos fueron cancelados debido al huracán, que sacudió Nueva York en las últimas horas. Si bien los aeropuertos se mantienen abiertos, las líneas aéreas mantienen los servicios detenidos. La Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, dijo que los pasajeros no deberían ni siquiera tratar de llegar a los aeropuertos de la región.
Nadav y su esposa, una pareja de recién casados, debieron prolongar su viaje a la Gran Manzana debido al Huracán Sandy. Sin embargo, un concierto que tenían previsto asistir fue cancelado, y en lugar de continuar su luna de miel en el Caribe debieron refugiarse en la casa de un amigo.
"El sistema de metro se cerró ayer por la noche y todas las tiendas se mantienen cerradas", dijo Nadav. "La gente está histérica. Están comprando agua, linternas y baterías. Nos estábamos alojados en un hotel, pero nos mudamos a la casa de un amigo”, precisó.