La decisión de negarse a etiquetar como “Hecho en Israel” los productos producidos en las comunidades de los territorios en disputa “trae a la mente ideas de naturaleza racista que el gobierno de Sudáfrica, más que cualquier otro, debería haber rechazado por completo”, criticó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Jerusalem en un comunicado difundido hoy, miércoles.
La Cancillería denunció que tal medida no tiene precedentes y constituye “una flagrante discriminación basada en una distinción nacional y política”, que “no se ha impuesto -y con razón- para cualquier otro caso de conflicto nacional, territorial o étnico”.
“Israel y Sudáfrica tienen diferencias políticas y eso es legítimo”, pero “lo que es totalmente inaceptable es el uso de herramientas que, en esencia, discriminan y señalan, fomentando un boicot general”, concluyó el texto del ministerio, que mañana, jueves, recibirá al embajador de Sudáfrica en Israel para transmitirle su descontento.
En la misma reunión en que se decidió participar en la cumbre del Movimiento de No Alineados en Teherán, la semana que viene, debido a su “importancia”, el gabinete sudafricano “aprobó que, en cumplimiento de la Ley de Protección al Consumidor de 2008, el ministro de Comercio e Industria emitirá un aviso por el cual se exigirá el señalamiento de los bienes o productos procedentes de TOI (Territorios Ocupados por Israel), para evitar que los consumidores sean inducidos a creer que tales bienes proceden de Israel”, según informó en un comunicado.
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