Polonia criticó fuertemente al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por su “ignorancia e incompetencia” al referirse a un “campo de exterminio polaco”, un comentario dentro de la serie de insultos de la Casa Blanca al país. Su vocero dijo que el mandatario americano “se equivocó”.
En una ceremonia en la que se entregó la Medalla de la Libertad a 13 personas, el presidente citó al luchador de la resistencia polaca Jan Karski, que murió en el 2000. “Antes de un viaje por las líneas enemigas, los luchadores de la resistencia le dijeron que se estaban asesinando judíos a una escala masiva y lo hicieron pasar de contrabando al Gueto de Varsovia y un campo de exterminio polaco para que lo vea él mismo. Jan llevó esa información al presidente Franklin Roosvlet, dando uno de los primeros registros del Holocausto e implorando al mundo que haga algo”, dijo Obama.
El ministro de relaciones exteriores polaco, Radek Sikorski, lanzó una queja de que el presidente debería haberlo llamado “campo de exterminio alemán en la Polonia ocupada por los nazis”.
El vocero del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Tommy Vietor, dijo: “El presidente se equivocó Se estaba refiriendo a los campos de exterminio nazi en Polonia. Lamentamos esta confusión, que no debería desviar la clara intención de honrar al Sr. Karski y a aquellos ciudadanos valientes que se pararon al lado de a dignidad humana en cara de la tiranía”.
La Casa Blanca destacó rápidamente que el presidente Obama había discutido repetidas veces la valentía de los polacos durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, el comentario de “campos de exterminio polacos” no aparece como el primer insulto del líder americano a Polonia, escribió el periodista Nile Gardiner del medio London Guardian. “En el 2010 eligió jugar golf el día del funeral del presidente polaco Lech Kaczynski, la primera dama polaca y 94 altos funcionarios, que murieron en el desastre aéreo de Smolensk”, escribió.
Gardner también destacó que el presidente Obama “ha humillado a Varsovia al retirarse del acuerdo por las instalaciones de misiles de defensa Third Site (tercer lugar) en Polonia y la República Checa”. El escritor agregó: “Murieron seis millones de polacos en manos de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, incluyendo tres millones de polacos judíos durante el Holocausto. El uso del término ‘campo de extermino polaco’ es enormemente insultante para el pueblo polaco y reforzará la creciente imagen en Europa del Este y Central de que a la presidencia americana le importan poco sus aliados. Para una administración estadounidense a la que le gusta jactarse del ‘poder inteligente’, este fue un acto de ignorancia histórica así como una insensibilidad grosera”.