La estrecha cooperación entre el Comando Sur del Ejército, la Fuerza Aérea y los servicios de inteligencia condujo a un exitoso ataque contra objetivos terroristas en Gaza tras otro durante la reciente escalada de bombardeos desde esa franja costera, evaluó hoy, jueves, el primero de ellos, tras examinar su desempeño en esos cinco días.
Según sus conclusiones, la Jihad Islámica palestina, que lideró el lanzamiento de cohetes contra ciudades, pueblos y aldeas israelíes, y Hamas, que miraba de costado, están más disuadidos que antes.
Un alto oficial de la División Gaza agregó que la tasa relativamente baja de bajas entre los palestinos no combatientes fue posible gracias a los ataques quirúrgicos contra los grupos lanzadores de cohetes que fueron cuidadosamente preparados de antemano.
Mantener los ataques lejos de los palestinos no combatientes es una prioridad muy importante para el ejército israelí, prosiguió el militar, quien contó que quienes toman las decisiones “lo pensaron dos veces antes de cada ataque”, para garantizar que los civiles no fueran afectados.
“Tuvimos éxito en cerrar el círculo y golpear a los escuadrones de lanzadores de cohetes y proyectiles de mortero antes de que atacaran, o en un corto período de tiempo después”, describió un alto oficial.
“Desde una visión global, nuestros ataques fueron mejores” que las veces anteriores porque “logramos localizar a los terroristas y frustrar sus actividades”, añadió.
El militar calificó como “significativos” los daños sufridos por la Jihad Islámica, y si bien admitió que disparó un gran número de cohetes contra Israel, destacó que sus responsables fueron golpeados en muchas ocasiones.
“Estaremos aún mejor preparados para la próxima escalada”, prometió.
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