La Venezuela de Hugo Chávez ignora el repudio y sanciones de Occidente y se está convirtiendo en un extraño proveedor de diesel para la Siria de Bashar Al-Assad y una inestimable ayuda para su gobierno y ejército, en medio de una sangrienta represión de protestas civiles, según reportó hoy, jueves, el diario israelí The Jerusalem Post.
Un cargamento de la empresa petrolera estatal PDVSA de hasta 50 millones de dólares en diesel, que puede ser utilizado como combustible para tanques y calefacción, arribará por estas horas, a bordo del barco “Negra Hipólita”, al puerto de Banias, en el Mediterráneo sirio, de acuerdo a datos de navegación y al testimonio de dos mercaderes.
El petrolero venezolano fue visto por última vez frente a las costas de Chipre, pero se ha perdido su señal para el seguimiento satelital, aunque se estimaba que llegaría ayer, miércoles, a Siria.
Según las fuentes, no se trataría del primer envío, ya que en noviembre se realizó otro, con el mismo buque.
Grupos de derechos humanos calculan que cerca de 6.000 personas han sido asesinadas en ataques de las fuerzas de seguridad sirias contra manifestantes civiles y una insurgencia rebelde cada vez más poderosa.
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