El Movimiento para la Resistencia Islámica (Hamás) ha criticado a los países árabes que no fueron capaces de impedir el «genocidio» perpetrado por el Ejército israelí en Rafá, en el sur de la Franja de Gaza, durante el ataque que causó la muerte a 43 palestinos.
En un comunicado, Hamás subraya que los palestinos esperaban «que los países árabes tomarían una posición más valiente para que los palestinos no se sintieran solos».
«Hamás llama a los países árabes y musulmanes a emprender acciones inmediatas para salvar vidas palestinas. Su silencio embarazoso sólo puede permitir nuevos crímenes a Sharon (el primer ministro israelí) y a su gobierno», agrega.
«Lo que ocurrió en Rafá es un genocidio, una operación planificada para vengar la muerte de soldados israelíes en el barrio Zeitún (cerca de la ciudad de Gaza) y Rafá», afirma Hamás en alusión a los 13 soldados israelíes muertos en dos ataques del Yihad Islámica, hace dos semanas, que provocaron el lanzamiento de la más importante operación israelí en la franja de Gaza desde el comienzo de la Intifada en septiembre de 2000.
«El Ejército israelí dio a sus soldados carta blanca para matar y los países que se proclaman orgullosamente democráticos y defensores de los derechos humanos siguen sin hacer nada participando en el silencio general sobre esos crímenes», lamenta el comunicado.
La cumbre árabe de Túnez condenó ayer en su declaración final las operaciones contra «los civiles, sin distinción», en referencia tanto a los israelíes como a los palestinos. Esta posición colectiva de los dirigentes árabes constituye un precedente en la medida que nunca habían incluido en sus declaraciones una denuncia de los atentados palestinos contra civiles israelíes.