El instrumento más popular es el piano y la mitad de los jóvenes optan por aprender música occidental.
Heather MacDonald es la directora del conservatorio. Llegó de Escocia en 1998 y desde entonces no para de enfrentar problemas: la Intifada, los bombardeos, el toque de queda y los prejuicios respecto a la enseñanza de música no árabe.
«Cuando comenzó la Intifada la cantidad de alumnos bajo tanto que no sabíamos cuántos iban a venir ni quién iba a venir cada día. Encontrarlos aquí era toda una hazaña», relata MacDonald. «Ahora, en cambio, la situación está mucho mejor».
El edificio de Ramallah es una de las tres sedes del Conservatorio Nacional Palestino, fundado en 1993. Las otras dos están en Jerusalem y Bethlehem, y en total suman 440 alumnos.
Fuente: Haaretz
Traducción: Leila Mesyngier
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