“Los musulmanes en Canadá están sometidos a una represión que recuerda la situación de los judíos bajo el régimen nazi”. Así lo afirmó uno de los miembros de la comunidad musulmana en ese país. El Imam Syed Soharwardy, canadiense de origen pakistaní, que se desempeña como presidente de la Asamblea Musulmana Suprema de Canadá, expresó sus palabras en una entrevista a la cadena CTV, despertando reacciones furiosas entre la comunidad judía. En referencia a la nueva política del Ministerio de Ciudadanía e Inmigración que prohibe a los inmigrantes cubrir sus rostros durante el juramento de fidelidad al Estado en la ceremonia de ciudadanía, el Imam dijo las siguientes palabras: “La amenaza a sus creencias, la discriminación a su creencia, la discriminación al Libro Sagrado que leen, la discriminación a las bases de su creencia, todo stuvo presente antes de la Shoá. Lo mismo ocurre ahora a los musulmanes y es, sin duda, un signo preocupante”.
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El Presidente de la organización Benei Brith condenó sus expresiones diciendo que se trata de una comparación histórica distorsionada de base y un desprecio de la Shoá. Llamó a religiosos y políticos a abstenerse del uso de la Shoá en contextos inadecuados y actuar poniendo freno a sus palabras.
El periodista Ezra Levant, atacó, con dureza, al Imam. En una entrevista a la cadena televisiva, Levant lo denominó “Cuco”, “Hombre al que le falta un tornillo” y “Prostituta de los medios”, que “Hace cualquier cosa por obtener difusión”. Levant sostuvo que Soharwardy no es un liberal en sus concepciones, sino que apoya la imposición de la ley islámica, la Sharia, en Canadá y presentó una demanda en su contra ante el Tribunal de Derechos al ciudadano después que difundiera las caricaturas de Mahoma en el diario Western Standard. Destacó que el Imam genera teorías conspirativas locas, según las cuales organismos occidentales, que pidieron ayudar a Somalía durante la hambruna, proyectaban de hecho el secuestro de niños musulmanes para convertirlos al catolicismo. Asimismo dijo que, en el pasado, mujeres que participaban en la comunidad liderada por el Imam en Calgary se quejaron de él y después de un cierto tiempo, dos de ellas padecieron agresiones personales.
Según informa también Cidipal, el diario Vancouver Sun informa que el Imam Soharwardy definió al crítica a sus palabras como “Incomprensión” y transmitió su intención de promover un encuentro con la Asamblea Comunitaria Judía de Calgary a fin de restituir su honor.