La Policía húngara negó hoy que los planes para un supuesto atentado contra «un museo judío» en Budapest estén directamente relacionados con la visita oficial a Hungría del presidente israelí, Moshé Katsav.
El jefe de la Policía húngara, Laszlo Salgo, rechazó con vehemencia las conjeturas sobre una relación directa entre la detención hoy de tres personas de origen árabe y la visita oficial de tres días de Katsav.
También Tibor Pal, alto funcionario del ministerio del Interior húngaro, dijo en declaraciones a la prensa local que la presencia de Katsav en Budapest no tiene nada que ver con la operación policial contra los tres sospechosos, de los que al menos uno es de origen palestino.
Se trata de un dentista de 42 años, a quien las fuerzas de seguridad húngaras intervinieron el teléfono móvil y que habría pedido a un conocido que le consiguiera explosivos «para volar un museo judío» en Budapest.
Según Salgo, el palestino tiene dos cómplices, uno el que habría intentado que consiguiera los explosivos y otro el que tenía que perpetrar el atentado.
La Policía húngara añadió que ha interrogado a otros dos hombres, de nacionalidad siria, que quisieron proveer de explosivos al dentista detenido.
En un principio, tras la detención, fuentes israelíes informaron que Katsav iba a ser asesinado mediante una bomba en la inauguración del Museo del Holocausto en Budapest, el único museo judío permanente en esa ciudad.
Un portavoz de la Oficina del Presidente de Israel indicó que, pese a todo, Katsav continuará con su visita a Budapest.
«Están bien. Es lo que nos preocupa», dijo el portavoz refiriéndose al presidente y a su mujer, Gila, que llegaron a Hungría esta mañana.
Funcionarios de la Embajada israelí en Budapest también precisaron que fueron informados de que tres hombres árabes habían sido detenidos por planear un ataque contra el presiente.
Katsav dijo a los periodistas, tras una reunión con el presidente de Hungria, Ferenc Madl, que era consciente de la acción policial pero que confiaba en la seguridad montada para su protección.
«Creo en las fuerzas de seguridad de Hungría y creo en las fuerzas de seguridad israelíes», añadió el presidente israelí.
Y refirió: «He dicho en broma al presidente Madl que será mejor que se mantenga aleado tres pasos de mi».
Los servicios secretos internos israelíes (Shin Bet) dijeron que no sabían nada de amenazas terroristas en este viaje y que todavía no han recibido ninguna información de las autoridades húngaras, según la radio del Ejército.
La inauguración del Museo del Holocausto prevista para el próximo jueves, conmemora el 60 aniversario del día en que el régimen pro-nazi húngaro comenzó a confinar a judíos en guetos.
El centro está situado en una estrecha calle de Budapest y erigido en el mismo lugar en el que se levantaba una sinagoga, que sirvió de campo de internamiento de judíos durante la II Guerra Mundial.
Los hechos ocurren cuando el primer ministro de Israel, Ariel Sharón viaja a EEUU para entrevistarse con el presidente de ese país, George W. Bush, a quien presentará su plan unilateral de «desconexión» que prevé la retirada de Gaza y la anexión de los asentamientos más importantes en Cisjordania.
El asesinato por el Ejército israelí del líder de Hamás, el jeque Ahmed Yassín, el pasado 22 de marzo en Gaza ha puesto en alerta a los servicios de seguridad de Israel que mantienen los territorios palestinos cerrados ante la posibilidad de un atentado masivo o de «calidad», es decir, de personajes relevantes israelíes.